Mucho junta-letras

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Cuando un periodista utiliza el privilegio de llegar a miles de personas, para engañarlas, para desinformarlas, para manipularlas, se convierte en una amenaza para la sociedad. Esos periodistas prostituyeron la profesión; verdaderas hetairas de nombres prestigiosos en la profesión se vendieron como vulgares rameras.

Había que ver y escuchar a aquellos comentaristas y analistas demócratas de renombres encumbrados, en la pingorota de la fama y el conocimiento, desde lo alto de sus tronos excelsos, ilustrar a la masa acéfala e inculta sobre las bondades, cualidades y bendiciones que traería a Telde, éste u otro partido político.

Por los micrófonos y las cámaras desfilaron los doctores, altos funcionarios de otras administraciones, que se dicen demócratas, sabios llenos de estadísticas y argumentos respaldando a la, o, el delincuente mayor.

Los doctores, los masters, los intelectuales, los educados y cultos, los leídos y escribidos, no lograron convencer con sus mentiras a más de uno, pero cerraron el acceso a otros, volando los puentes.

Si todos esos periodistas, tuvieran un átomo de vergüenza, un ripio de dignidad, que no tienen, deberían renunciar a una profesión como el periodismo, que debe ser la conciencia de la sociedad. Nada es más aborrecible y despreciable, que un periodista cuando miente de forma intencionada y traicionando así una profesión tan hermosa.

Acaban de rumorearme, que otro junta-letras, de una noticia de dos días y de hace cuatro meses, ya ha escrito un libro y se pasea por las televisiones, para comercial con sus muchas mentiras, de un asunto como el de LAS LOVAS, donde al parecer, hay mucho enterado, que ha sido cogido con el carrito de los helados y ahora intentan desvirtuar la noticia, para convertirla en novela.

La palabra se ha hecho para decir la verdad, no para encubrirla. Sería tan inútil como regalarle una orquídea a una vaca, posiblemente se la comería sin descubrir siquiera la exótica belleza de la flor.

Muchos comentaristas y colaboradores, se distinguen genuinamente, por decir las verdades a la cara y para eso no necesitan tener una titulación, titulación que utilizan algunos, como una CARTILLA DE RACIONAMIENTO, sin ella no comen.

Mientras, los periodistas-títeres, canallesca tropa sin moral ni principios, repite incansable el manual que se les dicta. Por dinero baila el perro, y … cuanto más los conozco, más quiero a mi perro. No hay que menospreciar nunca al enemigo, pues como dice el adagio, hasta un pelo puede hacer sombra.

La democracia no es real ni existe, sus creadores griegos la consideraban un juego de los poderosos y eruditos, no era algo para el pueblo. El pueblo era la masa, y acataba lo que los dirigentes les decían sin más. Ahora esto es la misma cosa, pero peor, nos quieren embobar con su publicidad, con el materialismo, el hedonismo y su “libertad”, no la nuestra.

Cada poco tiempo, a votar a unos personajes elegidos por los mismos, todos encasillados en unas mismas creencias antimorales y paganas, con un solo fin el aborregamiento general. Un tufillo rancio y sectario, con unos argumentos de falsedades y distorsiones interesadas.

Todo ello, dirigido por unos junta-letras, crecidos como Judas, ante unas monedas, que recogen del suelo, para poder comer, recordándoles a todos ustedes, que PERRO NO COME PERRO, PERO HACE MANADAS.

Doramas

Florentino López Castro

Florentino López Castro

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