Un solar de tierra, junto al campo de fútbol de Melenara, se ha convertido en una pesadilla para los vecinos de la calle Luis Millares. Las lluvias caídas han arrastrado hacia sus viviendas el barro generado en el terreno, en pendiente, y el negro del alquitrán se ha teñido de marrón. El salitre, ni se nota.
“Llevamos casi tres meses soportando el barro que se produjo por las últimas lluvias, que se ha agravado con la polvadera que se levanta cuando aparcan los coches en esta calle y que entra por nuestros domicilios”, comentaba ayer una vecina de Luis Millares. Y si fuera poca tierra, la calima también ha contribuido a hacer más molesto el cierre de las ventanas para evitar que “el polvillo se meta por toda la casa”.
Varios residentes que tienen sus domicilios en la zona más cercana al solar de tierra y que son los más afectados por los problemas que denuncian, no esperaron más por una respuesta del Ayuntamiento de Telde que nunca ha llegado y después de un tiempo prudencial se armaron con cepillos, un rastrillo y una pala, además de baldes y se convirtieron en improvisados barrenderos de la vía pública a falta de operarios municipales para hacerlo.
“Con las primeras lluvias caídas se deslizó el barro formado en ese solar, que está en pendiente y en dirección a esta calle y dejó la vía con una enorme capa de barro”, recuerda esta resina, quien critica que “pese a que un vecino ha presentado un escrito en el Ayuntamiento y yo he hecho fotografías, no nos han hecho ningún caso, está todo paralizado y no podíamos continuar esperando más a que vengan a hacer su trabajo”. El negro color del alquitrán apenas es visible en esta calle y el barro sin retirar desde hace semanas ha impuesto su tonalidad marrón en la calzada, pero más que el feo aspecto que presenta la vía, lo que más preocupa a los residentes son las consecuencias para su salud y la realización de su vida cotidiana.
“Llevo semanas sin abrir la ventana porque con el barro ya seco desna de hace tiempo, cuando un coche aparca en la zona levanta mucho polvo que se cuela en mi casa y en la de otros vecinos. Mi padre es una persona mayor y hay que buscar alguna solución a este problema y viendo que el Ayuntamiento no hace nada, lo hemos tenido que hacer nosotros para remediarlo”, apunta esta residente. Considera que esta situación se debió solucionar hace ya bastante tiempo y no que los vecinos hayan tenido que ponerse de acuerdo en retirar ellos el barro enquistado en la vía pública para evitar más incomodidades.
Una solución cuanto antes Eloy Santana es desde hace varias semanas el concejal de Vías y Obras, el departamento que debe realizar estos trabajos, “ya que se trata de labores de mantenimiento de las calles, no de limpieza como tal”. Lo argumenta para destacar que ésta es una de sus nuevas funciones en la corporación municipal y que “no conocía este problema porque todavía estoy informándome sobre la concejalía”.
El edil nacionalista aseguró que “entendemos las quejas de los vecinos de Luis Morote, pero solo puedo decir que ahora es cuando estoy a profundizar en la concejalía de Vías y Obras, ya que hemos estado inmersos en una huelga de la recogida de la basura que ha durado seis días y la posterior gestión del reinicio del servicio en el municipio”. El nuevo responsable de Vías y Obras, quien además dirige Parques y Jardines, Limpieza Viaria y Recogida de Residuos o Protección Animal, departamentos que ha ido acumulando, primero con la marcha de Más por Telde y la última del Partido Socialista fue también claro: “No pongo como excusa estas circunstancias, pero no he tenido tiempo para dedicarme a este departamento como hubiera deseado. Espero que a partir de ahora podamos realizar una mejor gestión e ir solucionando los problemas
que se nos planteen”.
La Provincia-Dlp
