José Martín Ramos, el periodista natural de La Atalaya, recibió ayer en el Centro Cultural de la Villa, el reconocimiento unánime de su municipio, que le otorgó la distinción de Hijo Predilecto de la Villa de Santa Brígida. Al acto acudieron muchísimos rostros conocidos de la sociedad canaria, entre otros, el presidente del Gobierno canario, Paulino Rivero.
El cronista oficial de Santa Brígida, Pedro Socorro, fue el instructor que buceó en la vida de Martín Ramos y redactó el expediente en el que se basó la corporación municipal de Santa Brígida para otorgarle ayer el título de Hijo Predilecto de la Villa. La alcaldesa, Beatriz Santana, fue la encargada de darle el reconocimiento en nombre de la corporación.
El cronista, tras exponer múltiples hechos y aspectos de la vida y obra de José Martín Ramos, «tan destacada y meritoria en los distintos ámbitos profesionales, tanto en su faceta pública como en sus acciones de servicio relacionadas en el plano más íntimo de su pueblo», propuso su nombramiento al considerar que «se acredita de forma detallada los méritos, servicios y circunstancias especiales relacionadas con la persona propuesta para la distinción como Hijo Predilecto de la Villa de Santa Brígida».
Socorro resaltó que desde su juventud Martín Ramos ha destacado en la vida pública por sus actividades deportivas y profesionales a través del compromiso con la práctica deportiva y el fomento de sus valores, «de tal manera que su actuación y nombre han redundado en evidente prestigio de la Villa».
Asimismo, destacó que desde su trabajo de periodista «ha promovido, desarrollado y defendido los intereses de la localidad, con desinterés y constancia, demostrando un compromiso ejemplar hacia su municipio y una estrecha y continuada vinculación con las distintas asociaciones, tanto en sus tareas de presentador de los actos de las diferentes fiestas como de pregonero de las mismas, como en el plano político de concejal o en el ámbito honorífico de juez de paz».
El periodista reconoció que está agradecido a todas aquellas personas que le han hecho este «inmerecido honor» pero que, sin embargo, le » animan a continuar en la dura lucha que aún queda tras dos años de hospitales y ausencias».
(*) Fuente: Revistatara.com
