Para hablar de la mujer, tenemos que hablar del hombre. Para hablar de la precariedad laboral que sufre la mujer, las oportunidades que tiene la mujer, las jornadas laborales de la mujer, los sueldos de las mujeres, los embarazos de las mujeres, los cuidados de los mayores, los cuidados de los niños, la formación de las mujeres, la salud de la mujer, la violencia hacia mujeres,…tenemos que hablar de hombres.
Esto no significa que lo bueno o lo malo que le pase a una mujer dependa del hombre. y tampoco significa que no se pueda hablar sólo de la mujer. Pero cuando hablamos desde una perspectiva de género, irremediablemente tenemos que irnos a los roles y valores que hombres y mujeres hemos ido internalizando en los procesos de socialización. Estos cambian de una sociedad a otra y no son permanentes. No están fijados al sexo. Quiere decir que pueden cambiar, modificarse.
Cuando hablamos de mujer tenemos que hablar de hombres porque: nos comparamos con ellos para valorar el grado o no de discriminación o desigualdad, y porque es necesario políticas encaminadas a que “todos” sin diferencia del sexo al que se pertenezca, luchemos por una búsqueda de equidad, dándonos cuenta de que los roles y valores no son estáticos, no dependen del sexo femenino o masculino.
Tenemos que hacer políticas encaminadas al cambio de aquellos valores y roles que esclavizan, ningunean, desprestigian, subordinan, invalidan a la mujer no solo por la precariedad en los contratos, porque los sueldos sean más bajos, porque la mujer está obligada al trabajo reproductivo del mantenimiento de los hijos y la casa, que la mujer está obligada a que los embarazos sean suyos, que las personas dependientes sean suyos, que la que tiene que interrumpir su vida profesional es ella, que el sueldo más bajo de la casa sea el suyo, que los cargos de dirección no sean para ellas…
Estos cambios conllevan una modificación a todos los niveles de hacer políticas. Y no se trata de hacer políticas que favorezcan a las mujeres porque sí: Porque tenemos que estar en igual número en administraciones de dirección o sindicatos o empresas públicas, por ejemplo, no. Se trata de hacer políticas sociales de verdad. Políticas que favorezcan a la familia, a los dependientes, a los estudiantes, a la educación, a la sanidad… para que las cargas de esta sociedad no recaigan siempre en los roles asignados como roles femeninos, para que a través de la educación se corresponsabilicen a los chicos que los embarazos son cosa de dos, que hombre y mujer tienen los mismos derechos. Políticas donde el Estado no abandone a sus dependientes físicos y psíquicos, no abandone a sus ancianos, no abandone a sus hijos, creando y no cerrando centros de días, guarderías…Políticas donde todo el peso de las cargas sociales no recaigan en la mujer. Que es lo que está pasando actualmente.
Es necesario un cambio de cultura y que se empiece a creer en la mujer como motor de cambio. Porque en el engranaje que forma esta maquinaria que es la sociedad es preciso que la sociedad sea la primera en no discriminar a la mujer.
Izquierda unida va a potenciar en esta ciudad de Telde todas aquellas políticas sociales encaminadas a respetar el espacio de la mujer a través de mejorías en centros y aulas para la atención del dependiente, incrementar y reapertura de las guarderías y la accesibilidad a las mismas, mejorar las condiciones de trabajos de mujeres que actualmente se dedican al sector de la economía sumergida en trabajos de limpieza de hogares, potenciar el papel de la mujer emprendedora, potenciar políticas de equidad en el acceso al trabajo de mujeres tanto en la empresa pública como privada, realizar inspecciones sobre la equidad de los sueldos a igual trabajo, favorecer de manera prioritaria la conciliación de la vida laboral y familiar, fomentar la flexibilidad horaria, dar formación y talleres enfocados al cambio de internalización de roles de género en nuestra población, servicios de atención de víctimas de violencia de género en nuestro municipio.
En cuanto a la propuesta del PP de cambiar la ley del aborto en su apartado de que la menor de 16 años precisará del permiso de su padre o madre para poder abortar, recogeremos votos en contra para que la misma no salga adelante. Creemos que una mujer de 16 años es totalmente libre para decidir ella sola sobre algo que va a cambiarle el resto de su vida. Izquierda unida promoverá la aplicación de la Ley de Igualdad del 2007, en todos sus ámbitos. las políticas de igualdad han retrocedido un 27% en los presupuestos, Izquierda Unida abogará por cambiar esta política del PP que aboga a la discriminación.
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