Malestar en San Antonio con el Ayuntamiento de Telde por no poder usar la iglesia

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A San Antonio le obligan, una vez más, a marcharse de casa, aunque solo sea para irse de fiesta. Ya estuvo 7 años de exilio forzoso en el local social del barrio homónimo, porque su ermita se caía a cachos. Ahora lo echan otra vez por la tumba de uno de sus patronos, pero el destierro será breve. Solo por las fiestas.

En la larga lista de daños que trajeron a Telde las copiosas lluvias de octubre de 2015 nadie se acordó, porque no se supo hasta días después, del charco que se formó en el pequeño templo de finales del siglo XVII y que, según todos los indicios, fue lo que hundió parte de la única tumba que esta ermita conserva bajo el pavimento. Guarda los restos de José del Castillo-Olivares y Falcón, último y duodécimo poseedor del antiguo mayorazgo que gestaron los conquistadores y fundadores de Telde, Hernán y Cristóbal García del Castillo. Allí yace desde 1880, en la ermita de la que fue la finca familiar de las Tres Suertes. Pero el aguacero de octubre movió la lápida de mármol blanco que cubre su morada eterna y ha frustrado el deseo de los vecinos de enramar la ermita para las fiestas y honrar al patrono en su propia casa.

El Ayuntamiento asegura que no tiene otra salida, explicó ayer la edil de Patrimonio Histórico, Celeste López. Las lluvias, que cayeron en la iglesia como si no hubiera techo pese a que, tras siete años cerrada por riesgo de desplome, se le puso uno nuevo en 2013, han afectado a la tumba y la legislación no permite tocarla, es decir, arreglarla, sin permiso de los familiares del difunto. Apunta la edil que, llegado el caso, habría incluso que recurrir al juez de guardia. Así las cosas, hasta que no se selle el en terramiento y se protejan de forma adecuada los restos que allí descansan, el Consistorio no puede abrir el templo al público.

El problema es que ha llegado junio y, con él, las fiestas de San Antonio, que este año tendrán que conformarse, otra vez, salvo en el paréntesis de 2014 y 2015, con celebrar a su santo en el local social. Por lo pronto, el Ayuntamiento y la comisión de fiestas organizadora han pactado que la operación traslado se hará el viernes 17 de junio. Ese día operarios de Patrimonio Histórico facilitarán la mudanza de las efigies de San Antonio, el Sagrado Corazón de Jesús y la Virgen de Fátima. Se les hará la misa en la plaza del barrio y el lunes volverán al templo.

«NOS SENTIMOS ENGAÑADOS»

A los vecinos no les entra en la cabeza que, tras 7 años sin poder usar la iglesia y de que los curas se hayan negado a oficiar misa en ella si el Ayuntamiento no les cede antes el edificio, ahora se vean otra vez privados del templo por una tumba. Apuntan que se sienten «engañados». Se quedarán sin el tradicional repique de campanas y sin la apertura de puertas del templo durante la víspera y el día grande.

Canarias7

Florentino López Castro

Florentino López Castro

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