Este 10 de Febrero se cumplen cinco años desde la triste Reforma Laboral impuesta por el Gobierno de Mariano Rajoy. Cinco años en los que hemos visto todos (salvo el propio Gobierno y sus «fieles acérrimos») cómo se ha desintegrado el «Estado del Bienestar», cómo se han derruido los Derechos de los trabajadores, cómo se ha empobrecido la población, cómo se han «cargado» la llamada «clase media» y cómo el cinismo sin límites del partido en el Gobierno intenta convencernos de todo lo contrario a pesar de que lo suframos en nuestras carnes…
Con motivo de este aniversario funesto el sindicato UGT ha publicado un informe analizando las consecuencias de la citada reforma en la vida de los ciudadanos ( a buenas horas, mangas verdes). Uno hubiera preferido que este sindicato ( y todos los demás también) hubieran «arrimado el hombro» y hubieran estado en movilización permanente contra este «atentado» contra los Derechos Laborales perpetrado por el Gobierno del Partido Popular, sobre todo teniendo en cuenta que, gracias a esa reforma laboral, el papel de los sindicatos ha caído y se les ha vaciado de capacidad en las empresas. Pero, si bien en un principio protestaron, el tiempo les ha ido «apaciguando», al igual que a gran parte de los ciudadanos que ahora se conforman con unos salarios de miseria y dicen: «más vale poco que nada»…
En estos cinco años y pese al «triunfalismo» del Gobierno de Mariano Rajoy que se vanagloria de haber reducido las cifras del desempleo de seis millones de parados a cuatro y medio y «presume» de haber generado casi dos millones de empleos, la realidad es bien distinta: a pesar de esas cifras esgrimidas por ellos, la realidad vivida por la población es que ahora somos más pobres, el trabajo es más precario (aún), los sueldos son tan de miseria que contamos con tres millones de trabajadores en situación de pobreza, y el trabajo es de peor cualificación que antes de la reforma…
Según este informe, ahora mismo hay 300.000 trabajadores a tiempo parcial más que hace cinco años, hay casi 100.000 empleados temporales más, se han «perdido» 265.000 asalariados indefinidos y 372.000 trabajadores a jornada completa…
Tenemos una tasa de temporalidad del 26% (solo nos supera Polonia). El 25,7% de esa contratación temporal tiene una duración menor de una semana, lo que redunda en «beneficio» de las mentiras y las medias verdades de Fátima Báñez y Rajoy : si un desempleado consigue 2 ó 3 contratos de esos en el año, el cómputo del Gobierno es que han creado 3 empleos. La realidad del parado es que habrá trabajado con suerte tres semanas o cuatro en todo el año…
Se está potenciando a la chita callando la figura del «falso autónomo«. Es decir, aquel trabajador que se tiene que pagar de su propio bolsillo la cotización a la Seguridad Social cuando realmente no es un autónomo en el sentido estricto de la palabra ya que su trabajo está vinculado a una única empresa. Un ejemplo claro: antes, un repartidor era parte del personal de la empresa en la que ejercía su labor. Ahora tiene un contrato mercantil con ella por la que se le abona en función del reparto que haga, corriendo por su cuenta los gastos sociales e IRPF y, en muchas ocasiones, poniendo él mismo su furgón o camión…
El llamado contrato de apoyo a emprendedores ha demostrado ser otra estafa más destinada a apoyar no al trabajador sino a empresarios sin escrúpulos que se aprovechan de las bonificaciones del contrato, pero que, como la reforma laboral admite un año de prueba para el personal admitido, suelen ser despedidos antes de que se cumpla el año sin ningún coste para el empresario: el empleado puede llevar en su puesto 11 meses y 29 días y decírsele «lo siento, no has superado la prueba, quedas despedido» (por supuesto, sin indemnización)…
El número de desempleados mayores de 45 años ha aumentado, y cada vez con menos expectativas de lograr un empleo digno. El número de parados de larga duración se ha disparado (más del 56% de los desempleados llevan más de un año buscando empleo) y los salarios han caído 5,9 puntos desde 2009, «apoyado» esto último en parte en el varapalo a la negociación colectiva que trajo la reforma laboral pepera y que ha dejado a los sindicatos sin casi capacidad de negociación, como apuntamos más arriba…
Enfatizan desde el Gobierno del PP en que el número de contratos indefinidos ha aumentado un 54% desde la entrada en vigor de la reforma laboral, pero la realidad es que, si miramos el número total de contratos, los indefinidos apenas han aumentado un punto porcentual desde el 2011 (del 7,7% al 8,6%). Es decir, que el 91,4% de los contratos que se firman siguen siendo temporales. Si a eso añadimos la escasa duración de los mismos, apaga y vámonos…
¿Y qué ocurre con el gasto en prestaciones por desempleo? El número de beneficiarios de prestaciones no para de bajar año tras año, aumentando, además, en intensidad: en estos cinco años el número de beneficiarios de prestaciones (subsidios) ha caído un 31,7%llegando, en el caso de las prestaciones contributivas (el paro) a una caída del 44,7%. Es decir, que la tasa de cobertura del sistema se ha reducido en más de 10 puntos, ha habido una pérdida de 931.816 beneficiarios de prestaciones en general y de 617.564 beneficiarios de prestaciones contributivas en estos cinco años…
Resumiendo: peor trabajo se mire por donde se mire y desatención en aumento para quien pierda su puesto laboral. Razón deben tener los que piensan (pensamos) que no ha habido una crisis, sino una estafa…
Angel Rivero García
