LA VÍA DEL CARDONAL (TELDE) UN CAMINO PARA TORTURAR EL COCHE

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3,3 kilómetros y 8 minutos. Esos son los registros que da en Google Maps el tramo de carretera que une el barrio de Ojos de Garza con un punto próximo a Piletillas en la GC-100, la calzada vieja que unía y une Telde con Ingenio. Ahora bien, en el llamado Camino del Cardonal una cosa son los números oficiales y otra muy distinta los reales. Es verdad que, medidos, son 3,3 kilómetros. Sin embargo, la sensación es que son bastantes más. O que se hacen muy muy largos. Baches como trincheras convierten a esta carretera en una prueba de obstáculos. Y el tiempo tampoco cuenta igual, porque hay tramos en los que casi hay que ir en primera para no salir del salto con una lesión cervical.

Por más que les pese, los vecinos que viven o trabajan en las fincas que jalonan esta vía han aprendido a convivir con esta tortura de acceso. Son tantos años que hay épocas que se cansan de gritar en el desierto y optan por automedicarse cuidados paliativos. El marido de Vanessa González, que siempre ha estado entre las más combativas para exigir una carretera digna de los impuestos que pagan, llenó de tierra una carrucha y una noche de estas se dedicó a rellenar los boquetes más próximos a su vivienda. El problema es que el asfalto ya está en fase de desintegración y lo que queda se ha despedazado en cientos de trozos que parecen pedregales.

«A mi caballo Apolo lo dejó cojo», relata María Soledad Lenassi, la propietaria del Club Hípica Canaria, un centro que organiza rutas a caballo por la zona, entre otras actividades. En una de esas Apolo metió la pata en uno de esos agujeros negros y fue tal el desnivel que se le torció la pata. Literal. «Lo vi perfectamente porque yo iba de pie, a su lado», cuenta esta empresaria. También organiza eventos en su finca, la misma donde antes estaba el albergue La Manigua, y asegura que antes de la covid (ahora apenas hay) llegó a perder clientes por el mal estado de la carretera. « Parejas que iban a casarse veían la finca, les gustaba, pero se me echaban para atrás por el camino; no querían meter a sus invitados por un lugar así». También se le quejan muchos de sus clientes, sobre todo aquellos que guardan a sus caballos en las cuadras de este club y que vienen a verlos a diario.

Con todo, Soledad confía en que la solución llegue este año. Confía en la palabra y el compromiso de edil de Obras de Telde, Eloy Santana, que le aseguró que había firmado con el Cabildo un acuerdo para que a lo largo de 2021 la institución insular asfaltara este camino de un extremo a otro con cargo a una partida para la pavimentación de vías rurales. En todo caso, añade, también le dijo que al menos la rebachearían antes y no ha sido así. Por lo pronto, Santana confirma que ese asfaltado está previsto para este 2021, a petición de Telde, en un plan de la Consejería de Sector Primario que también repavimentará Pedro Paso y Montaña del Palmital. E insiste en que el Ayuntamiento baraja alguna actuación previa hasta esa obra.

Al drama de los baches estos vecinos le suman el peaje que se paga en Telde por vivir en zonas aisladas y poco pobladas, blanco fácil de los incívicos que no fueron a clase el día en que explicaron para qué servía un contenedor de basura. El tramo alto del Camino del Cardonal, el más deshabitado, discurre entre tongas de escombros y de basura a uno y otro lado de la carretera. El Ayuntamiento dispone incluso de una unidad de Medio Ambiente en la Policía Local que ha dado buenos resultados y que ha pillado in fraganti a más de uno de esos desaprensivos, pero Telde mide más de 100 kilómetros cuadrados y es inviable controlar cada palmo del territorio. Así y todo, los vecinos piden que intensifiquen otra vez la vigilancia por estos lares.

Canarias7 / Gaumet Florido

Florentino López Castro

Florentino López Castro

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