Cada vez son más las personas que coincidimos en que la única solución que tiene el municipio de Telde es la intervención por parte del Ministerio de Hacienda. La insostenible deuda que acumula el Consistorio merced a una gestión desastrosa nos ha llevado a la ruina. Esta deuda, generada en su primera y decisiva parte por el farisaico clan de los mil nombres y en su segunda y definitiva por una amalgama de “salvadores patrios” que a trompicones se dedicaban a salvar su chalana (que ya era mucho).
Como son muy listos, le echan la culpa al muerto, muerta en este caso y a la corrupción ajena. Claro, nadie repara que con corrupción y todo habían unas 200 obras vivas en Telde, 200 obras en menos de 100 barrios, más de 20.000 imágenes actualizadas semanalmente para constatar dichas obras y su nivel de ejecución… ¿Cuánta gente trabajaba en ese momento solo para la locomotora municipal?. Pero algunos a eso le llaman la etapa negra de Telde.
Mi prima Estrella con lagrimas en los ojos, me narró las barrabasadas por las que ha tenido que pasar para cobrar sus facturas de su pequeña empresa, creada hace más de una década y que se dedica a limpiar los colegios y da trabajo a gente de Jinámar. Me indignó.
El pasado domingo hablé con alguien que conoce mejor que estos mequetrefes la casa por dentro, le tengo en mucha consideración, nos conocemos de toda la vida y se que es un teldense de pro y me dijo: “Yo negociaré con Montoro la intervención del Ayuntamiento de Telde. La intervención durará seis meses y consistirá en que viene un tío-a y empieza pagando a todo quisque. Los que se perjudican no serán los ciudadanos, será esta clase política inútil, mediocre y sin capacidad que se quedará sin sueldo ni prebendas”.
Germán Ramos Ramos, colaborador de ONDA GUANCHE
