Son muchas las teorías y corrientes psicológicas que relacionan la frustración -entendida esta como la incapacidad del individuo para conseguir los objetivos propuestos- con la conducta agresiva. Así, dentro del psicoanálisis, se considera que la conducta agresiva es resultado de un impulso interno del organismo, que se activa cuando a este se le impide conseguir la meta que pretende alcanzar.
Posteriormente, otros autores, como Berkowitz, matizan que la frustración que se percibe como justificable -aunque se mantiene como frustrante- desencadena menos agresión que la frustración que percibimos injustificada. El mismo Berkowitz postula que lo que la frustración produce es un estado emocional de ira, que tiene su expresión en una conducta agresiva.
Así, y siguiendo al psicólogo social Leonard Berkowitz, es necesario tener en cuenta que lo que activa la frustración es un estado emocional de ira -más cuando el individuo o el grupo la percibe como «injustificable»-. Estado emocional que, de ser muy intenso, puede desembocar en conductas violentas, tanto individuales como colectivas, ya que es precisamente ese sentimiento de ira el que provoca que algunas manifestaciones colectivas pasen de ser convencionales, a expresiva -donde se cargan del componente emocional de ira- , para terminar realizando actos violentos.
De esta forma, argumentando que la frustración social puede explicar la conducta violenta de algunos grupos, podemos entender como una generación de jóvenes españoles -quizás los más preparados de todos los tiempos-, ante la frustración que les produce un futuro poco esperanzador, puedan abrazar conductas e ideologías violentas y extremistas. También, de igual modo, es posible que comprendamos la conducta de algunos grupos de emigrantes, a los que las mafias le vendieron un paraíso y que luego se encontraron con un infierno, donde son explotados por otras mafias. Quizás así entendamos el comportamiento violento o desadaptado de las clases sociales más deprimidas. Incluso, es posible que lleguemos a entender la conducta violenta o nociva de algunas personas que, devoradas por una sociedad consumista, se sienten frustradas por no alcanzar el estatus social o económico que esa sociedad consumista les exige.
José Juan Sosa Rodríguez
2 comentarios en ««La frustración social y la agresividad»»
Y usted como individuo que conducta tendria si tuviera 25 años la carrera o la FP terminada y comprobara a diario que no hay esperanza ni futuro en un mundo creado por gente de su edad en el
Y usted como individuo que conducta tendria si tuviera 25 años (da igual clase social, caramba) la carrera o la FP terminada y comprobara a diario que no hay esperanza ni futuro en un mundo creado por gente de su edad en el que las mentiras era el dia a dia y ustedes los de su edad que creen que cualquier tiempo pasado fue mejor, que conducta tendria?……..y que pasa JJ, que no hay gente de su edad frustrada con actitudes violentas, independientemente de su clase social?…………….solo pregunto.