«La deshumanización»

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“Cosa extraña el hombre; nacer no pide, vivir no sabe y morir no quiere”. Facundo Cabral. Cantautor, compositor, filósofo, poeta. (1937 -2011)

La raza humana, ha llegado a un punto tal de deshumanización, que ya no nos asombran las atrocidades, que a diario se cometen, y no nos asombran, ni asustan, porque se ha vuelto costumbre, y la costumbre, insensibiliza los sentidos y los sentimientos, hasta casi neutralizarlos.

Con el paso del tiempo, pasando de un día a otro, de un mes a otro, de un año a otro hasta llegar a siglos, la vida ha cambiado aunque suene paradójico para bien y para mal.

Hoy en día disfrutamos de comodidades que hace cien años tal vez algunos soñaban pero muy pocos lo creían posible, así mismo, actos que ayer eran considerados como mínimo aberraciones, cuando no un delito contra nosotros mismos y contra la sociedad, hoy nos parecen normales y ni un sonrojo asoma a nuestra cara porque por la fuerza de la costumbre, hemos perdido la virtud de condolernos con el dolor ajeno y el asombro no es prueba en nuestro favor porque no lo manifestamos, sufrimos de una enfermedad del alma.

La deshumanización nació cuando la  avaricia se despertó y se convirtió para nuestro mal en el motor que mueve el desarrollo a cualquier precio pues solo importan los resultados empresariales, todo lo demás, pasa a un segundo plano y el modelo de gestión solo está regido por los resultados y para que éstos se den, todos los medios son buenos. La máxima a seguir es: El fin, justifica los medios y las cosas malas que de esa gestión se puedan derivar,  se les está denominado: daños colaterales, término  con el que se exculpan del delito cometido, que en realidad no los exime de responsabilidades ante la ley que no obra porque cuando se habla de: Daños colaterales, no encuentra delito que castigar, pero, que hay delito, lo hay.

Así, vemos crecer empresas que se dedican a masacrar al medio ambiente, a la naturaleza y aprovecharse del desconocimiento de las personas en general en perjuicio de toda la raza humana al acabar con especies animales, vegetales y las buenas costumbres heredadas de nuestros antepasados, sin que haya una ley que les ponga un alto y las sancione con todo el rigor que amerita y bien fundamentado está decir que…el sistema que rige en el mundo ya no es político, es económico.

 ¿Qué nos falta por ver? ¿Hasta dónde es capaz de llegar el ser humano por riqueza y por poder? Estas preguntas las dejos en el aire para que sean respondidas por todo aquel que me lea,  y unificando nuestros puntos de vista entendamos que la vida no puede seguir así, que el desarrollo y el crecimiento económico no se pueden dar a  cualquier costo, porque el precio que se está pagando es mayor que la riqueza que puedan acumular los avaros y mezquinos que están destruyéndolo todo en aras de sus intereses personales y de los que manejan el poder que lo permiten.

Ya para terminar, hay deshumanización en el empresario que realizan prácticas, contrarias a la buena fe en sus relaciones comerciales, en el político que sanciona leyes antisociales, en el que ve las penurias de otros pasar y pudiendo, no hace nada por remediarlas, hay deshumanización en el que perjudica a otro en pos de sus intereses y hay deshumanización en quien solo mira sus circunstancias y se olvida de ser solidario con los demás, pues no debemos olvidar, que no hay mayor placer en esta vida, que hacer el bien, por amor al mismo bien.

(*) Francisco Javier Calixto Munguía, director adjunto de LA HOJA POPULAR CANARIA. Artículo publicado en la edición de diciembre de esta publicación

Que en el corazón del sabio, se practica el amor y el en corazón del necio, se festeja la vanidad.

Florentino López Castro

Florentino López Castro

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