Me entristece la deriva que el Presidente del Cabildo de Gran Canaria, Antonio Morales está tomando con el tema de su equipo en Medio Ambiente. La altanería rayana a la chulería, y la soberbia nunca han sido defectos que tuviera el fundador de Roque Agüayro. Puedo entender el compromiso personal y la solidaridad con un compañero de trabajo, pero cuando el compromiso es tan grande, no .
Acaso Morales se encuentre rodeado ya no por los suyos de siempre, ahora en una coalición de “funcionarios políticos que se la saben todas” y por ende, preso de sus voluntades (tienen muchos compromisos, ganados a pulso con tanta promesa). Aunque aparentemente sea un grupo compacto, unido contra la derecha, dentro del mismo no todos son iguales, ni tienen el mismo criterio, ni piensan siquiera, en algunos casos, parecido. Muchos de ellas-os tienen historias que ocultar, feas, raras. Incluso alguno tiene previsto visitar los juzgados por asuntos muy feos.
Otra es la hegemonía que representa la clase funcionarial, son los funcionarios “De Palacio” y ojito con esta casta, eso si tienen Poder….dominan la información, les conocen, les tienen cojidos por….ya saben.
Hace tiempo que escribí que Antonio Morales no podía “meter a viaje” a un equipo de gobierno tan raro y con tantos intereses, parece que el tiempo me está dando la razón. La segunda parte viene cuando él, cansado de tanta trapisonda, dice me voy. Entonces el artículo escrito en el medio que dirige mi amigo Florentino Daniel López, será otra previsión acertada.
Germán Ramos Ramos, locutor de radio y reportero de televisión
