Gregorio Suárez, vecino de Ojos de Garza, denuncia una vez más a través de ONDA GUANCHE el suplicio que es usar la carretera que le une con el resto del mundo. Está en tan mal estado que no hay conductor que sea capaz de esquivar las trampas que depara esta carretera. Hay un tramo, el más próximo a Ojos de Garza, en el que el asfalto se ha arrugado tanto que parece que tiene olas, como el mar cuando está picado, de tal manera que transitar por esa superficie es lo más parecido al traqueteo de una vieja locomotora. Pero luego hay otro sector, el que discurre por las casas y donde están el hotel La Manigua y el Centro de Hípica Canaria, en que la calzada está salpicada de cráteres que, literalmente, vomitan piedras.
Los vecinos se preguntan qué más tendrán que hacer para poder llega a sus casas, hartos de hundirse en los socavones y destrozar sus vehículos. Aseguran que el Ayuntamiento de Telde «lleva años abandonándonos, ya no sólo llevan 40 años sin alquitranar nuestro camino sino que no se molestan ni en tapar de forma desastrosa los hoyos, agujeros, cráteres que destrozan nuestro camino. Estos políticos de Telde no merecen estar donde están, una actuación nefasta para el pueblo».
Lo más preocupante es que ya hay servicios que no llegan al barrio por el mal estado de la carretera, como por ejemplo el pan (el panadero de los domingos se niega a traer el pan por el estado de la carretera).
