Indignación entre los usuarios de la Biblioteca pública Saulo Torón (Arnao), que se encontraron esta mañana con las puertas cerradas porque las bibliotecarias municipales habían secundado la huelga feminista del 8 de marzo. No había ni cartel explicativo por el motivo del cierre, ni servicios mínimos ni personal municipal para sutituirlas, por lo que varias decenas de usuarios perdieron la mañana y la posibilidad de hacer uso de una instalación municipal que pagan todos los ciudadanos.
«La libertad de uno termina donde empieza la de los demás».