El Rocasa gana la EHF Challenge Cup

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El 7 de mayo de 2016 pasará a la historia como el día de uno de los hitos del deporte canario. La culminación de casi cuatro décadas de esfuerzo, del tesón de Antonio Moreno y de tantas jugadores y técnicos que han elevado al Club Balonmano Remudas al selecto Olimpo de equipos de las islas que han alcanzado la gloria europea. Las jugadoras del Rocasa, de Paco Santana, lograron ayer la inmortalidad. Es la historia del un club modesto, de un barrio humilde, que se hizo fuerte tras superar miles de contratiempos. Navegando en la precariedad, enarbolando la bandera de la cantera, transmitiendo valores de esfuerzo y superación. Un ejemplo a seguir. Esa historia desde ayer es leyenda. La leyenda del Rocasa.    

Nadie daba por buena la renta de la ida, pero ni siquiera hizo falta. El Kastamonu, con la desventaja de cuatro goles de Estambul, comenzó con más agresividad el partido. Con una defensa mixta, con una vigilancia extrema sobre Almudena Rodríguez, cada ataque del Rocasa terminaba en falta y amonestación de las turcas, que no sabían cómo parar al conjunto teldense.

Así, el arranque de partido tuvo un intercambio de golpes sin que ninguno de los dos equipos se distanciara del marcador. Las chicas de Paco Santana mantuvieron la calma ante el iniciático nervio otomano, que salió mordiendo, rozando acciones antideportivas. Mantuvo la cabeza fría el Rocasa con la excelente dirección de María Luján y la veteranía de Davinia López. Silvia Navarro, sobresaliente en el primer partido, de nuevo evitó en los primeros minutos que el Kastamonu se adelantase en el marcador con paradas antológicas que minaron a las visitantes.

Hasta los diez minutos del partido el marcador reflejó igualdad, un tanteo que mantenía intacta la ventaja parcial de la eliminatoria. A partir de ese momento, neutralizadas las turcas, el Rocasa tomó el mando del partido y comenzó a agrandar la renta con la liberación de Almudena Rodríguez y, sobre todo, la efectividad de Melania Falcón y María Luján, muy acertada no solo en la dirección ofensiva sino el los disparos a portería.

Las primeras distancias del Rocasa sacaron del partido al equipo turco, que comenzó a cometer errores no forzados. Pérdidas de balones fáciles que las chicas de Santana aprovecharon para poner tierra de por medio. Claves fueron las dos penas máximas que acertó Luján tras las exclusiones consecutivas de Serpil Iskenderoglu y Fatmahül Sakizcan al cuarto de hora. El Rocasa se ponía tres goles arriba (8-5), una renta que no decrecería hasta el final de la primera parte. El Kastamonu, atascado y sin ideas por el muro defensivo local, no podía seguir el ritmo de las grancanarias, que alcanzaron la renta máxima de seis goles arriba tras un gol de Almudena Rodríguez al borde del descanso. Al parón se llegó con un esperanzador 16-11, nueve tantos en total en la eliminatoria.

Se esperaba la reacción del Kastamonu tras el intermedio. La distancia se redujo a cuatro goles nada más comenzar la segunda parte (16-12). Un intento de reacción que quedó frenada con el gran trabajo defensivo de Alba Albadalejo y el acierto de Trojaola y Falcón. Sin embargo las turcas no se dieron por vencidas e, imponiendo mayor físico, volvieron a acercarse en el marcador en la mitad de la segunda parte gracias al acierto de Seda Duru y Serpil Iskenderoglu. Con quince minutos por delante el equipo otomano se puso a solo dos goles (23-21), la renta mínima del Rocasa salvo el 0-1 inicial. Fue entonces cuando Santana comenzó a oxigenar a su equipo con la entrada de Sayna Mbengue, luego lesionada del hombro, y María González. No le tembló el pulso al Rocasa, que siempre mantuvo a raya a su rival hasta volver a coger distancia a falta de diez minutos (27-22) para el final gracias a dos aciertos desde los 7 metros de Luján, la jugadora del partido.

No fue definitivo. El peor enemigo del Rocasa en el último tramo del partido era sí mismo. Con la gloria cerca, y el Kastamonu dando guerra, había que mantener la cabeza fría para evitar la debacle. Siempre al menos con dos goles de ventaja, el Rocasa reforzó su sistema defensivo cobrando de nuevo protagonismo Albadalejo en la recta final del partido. Faltaba muy poco para levantar la Copa y Santana pidió tiempo muerto para cortocircuitar definitivamente cualquier acercamiento peligroso en el marcador a falta de seis minutos. No dio opción a duda el Rocasa, que volvió a poner cinco goles de distancia -9 en total- a falta de cuatro minutos para el final. Fue la sentencia. El Rita Hernández, lleno hasta la bandera, ya festejaba el triunfo, momento en el que Santana premió a menos habituales como Dara, Toscano, Simón, o Arabia en reconocimiento también al gran trabajo de cantera del club.

Florentino López Castro

Florentino López Castro

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