El plan de choque para limpiar la ciudad tras seis días de huelga del servicio de recogida de basura se extenderá hasta mañana, pese a que los domingos no se realiza. Los trabajadores de FCC recogieron ayer 220 toneladas de residuos, 100 más que en una jornada normal, pero aún queda una gran cantidad acumulada.
La recogida de basura arrancó a las 12.00 de la noche de ayer, tres horas antes de lo habitual, y se mantuvo de forma ininterrumpida hasta las 16.00 horas. El permiso excepcional del Cabildo de Gran Canaria para poder llevar la primera carga al vertedero de Salto del Negro fue vital, ya que permitió que la madrugada fuera más rentable debido a que las instalaciones de Juan Grande abren a partir de las seis de la mañana. Pese a que ayer se recogieron 220 toneladas, la tarea es aún ingente, por lo que se doblarán los turnos hoy y se seguirá mañana. En ciertos núcleos donde la población es elevada, los operarios tardaron cerca de una hora en quitar el reboso de cada uno de los puntos de contenedores, como por ejemplo los de Las Remudas.
Anoche el servicio empezó también a las 00.00 horas y se mantendrá hasta las 12.00 de hoy con un total de 19 vehículos ya sea de carga lateral, trasera, satélites y cabstar, además de una cuba de agua para limpiar la zona de recipientes. A partir de las seis arranca el trabajo de la plantilla de limpieza viaria y desde las dos de la tarde lo hará un operativo de acción inmediata que actuará en los puntos donde lo requiera el servicio, explicó ayer el edil del área, Eloy Santana.
Mañana el operativo se realizará desde las 4.00 horas hasta que se acabe con los residuos acumulados en los 1.200 espacios de recipientes que están distribuidos en todos los barrios del municipio. La flota será de cuatro camiones de carga trasera, dos satélites, cuatro cabstar y una cuba con hidrocompresor. Si fuera necesario se sumarían ocho más de carga lateral. El objetivo es recoger todo el reboso de los contenedores. Por otro lado, 10 trabajadores de limpieza empezarán su jornada a las seis de la mañana.
La alcaldesa, Carmen Hernández, aseguró ayer que era un motivo de enhorabuena que se pusiera fin a la medida de protesta y que los trabajadores hayan conseguido mejoras salariales. Aseguró que la obligación del gobierno ahora es que la ciudad recupere cuanto antes la normalidad y que el fin de semana ya se quede en condiciones óptimas, no solo con la recogida de residuos sino también con la limpieza del entorno de los contenedores.
La primera regidora volvió a insistir ayer que la huelga no tuvo nada que ver con la deuda de 13 millones a FCC. Reconoció que en la reunión que mantuvo con representantes de la empresa el martes sí se pudo avanzar que si la adjudicataria disponía de mayor liquidez se podía sentar a negociar. Por ello el gobierno se comprometió a reducir al 50% lo que se le debe en unos cuatro o cinco meses. Justificó el retraso hasta ahora por la revisión de las certificaciones para no pagar ni un euro de más ni de menos. Aún así aclaró que el contrato se sigue revisando tras el recorte de 2012.
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