Me cuenta unos contrayentes de la Iglesia católica de San Juan, en Telde, que el sacerdote José María Cabrera, ha montado todo un negocio de las múltiples bodas programadas en la referida Basílica. Parece ser que los requisitos obligatorios para los contrayentes son :
– Cursos prematrimoniales: 10€
– Gastos de la iglesia: 150€
– Gastos de flores: 250€
Como gastos adicionales se puede optar a la utilización de la Alfombra roja por el módico precio de: 150€
Cómo vemos este señor que se autodefine «siervo de Dios» y que el día del diluvio en Telde, le negó cobijo a los acampados de la Plaza de San Juan para no molestar a las autoridades municipales, este empresario de la Fe Católica, convierte la denominada «casa de Dios» en la mercadería recaudatoria.
Para mayor vergüenza del Obispado y todo el elenco Católico, a convertido la Basílica de San Juan en las bodas de los de «cuello duro» que puedan permitírselo y dentro de estos, los que tengan para Alfombra y los que NO. José María Cabrera se siente orgulloso de volver a los años cincuenta las costumbres de la Basílica de San Juan, implantando el clasismo dentro las normas eclesiástica que pregona.
La Iglesia de San Juan vuelve a diferenciar entre ricos, a los aclama previo pago, y pobres, a los que desprecia por carecer de cartera. José María Cabrera un sacerdote que transmite a » su estilo recaudador » la doctrina que Jesús proclamó.
Arístides Rodríguez / Telde Responde
1 comentario en «El negocio de las bodas en la iglesia de San Juan en Telde»
Coño Aristedes, solo miras a un lado, gira la cabeza y metes las dietas que cobra el edil correspondiente por celebrar la boda civil y además el municipio de Telde pide una cuota de 185 euros a los demandantes de este servicio si desean celebrar sus nupcias los sábados o en horario vespertino. En cambio, si las casas consistoriales de la plaza de San Juan deben abrir sus puertas al público de lunes a viernes por la mañana, la tasa baja a 150 euros. Además las flores y los adornos con convenio cerrado con «una floristería», mas la dieta del policia municipal, que ponen a vigilar la entrada del ayuntamiento para que no aparque nadie y si lo puedan hacer los contrayentes. Y todo eso lo pagamos todos con nuestros impuestos, para mayor gloria de unos contrayentes.
En el caso de la iglesia, ¿quien paga la luz, quien paga la alfombra cuando hay que limpiarla o comprar una nueva, quien paga los documentos registrales de la iglesia y su conservación?, coño, que los paguen los contrayentes y no yo.
Venga Aristides, levanta la cabecita y mira de izquierda a derecha, pero no te olvides tambien de mirar al frente, no vaya a ser que choques con uan farola, la rompas y tengamos que abonarla entre todos.