«El mal ejemplo ya cunde…»

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… y si Europa no para de mandar dinero a los de los cabildos tabaiberos, defensores de endemismos inexistentes, pero que les sirven de pretexto para llenar sus arcas de dinero europeo para una flora futurible, nos quedamos sin cabras, pues ya va la cosa por Fuerteventura, y ello a tiro limpio. Como la cosa sea imitada por el resto de las islas, las endémicas cabras que nos quedan desaparecerán como han desaparecido los cuervos, y otras especies animales, porque les han dado por lo verde y plantas estériles, que por culpa de ellas, y que no prenden dado el cambio climático, nos quedamos sin flora, y de paso también sin fauna. 

Por lo pronto salvando la perralla, perruna, o canina, lo que es de las cabras, en poco no oiremos más un valido de ellas. Y esto, por lo visto ya, no hay quien lo pare. ¡Menuda entrada de dinero europeo, para acabar con la leche -salvo la de tabaibas- y así nuestra dependencia sea total en cuanto leche y carne del exterior, como de los otros todos productos! Es decir, lo último y único que nos quedaba; las cabras, van a exterminarlas, van a acabar con ellas los de los cabildos, porque los endemismos inexistentes, y que si existieran existen gracias y a pesar de las cabras, desapareciendo éstas, nos quedaremos sin nada (sin fauna y sin flora, sin plantas y sin animales). Pues, la revolución contra las cabras, y ello a cañonazos limpios, rifles y escopetas. La guerra contra las cabras, marcará en la Historia del Tabaibal esta década.

Pues así se escribe la Historia. Nerón destruyó Roma, y los cabildo del Tabaibal, acaban con una raza única, la mejor cabra del mundo. Y todo por salvar unos pinos, que ellos dicen se los comen las cabras y encima los llaman (a los pinos), endémicos o endemismo. Y el borreguismo comprado, calla, con el silencio de los corderos (que aunque los maten, no dan un valido). Anécdota real: sucedió en 1981 que sustituí en verano al cura de una parroquia en Fuerteventura (Casillas del Ángel) y se hablaba de un pinar en Betancuria, quise visitarlo y pregunté en el pueblo que dónde estaba el pinar, pues por más que miraba a las lomas, no veía nada verde, y me dice la interlocutora: “¡mire, me llamo pino, con otras dos que se llamen igual, si nos juntamos ya somos el pinar!” Es decir: allí no había ningún endemismo, salvo las julagas (ahulagas), las mismas que le daban al queso de cabra un sabor amargo característico de muy buen sabor y tipismo. Anécdota parte: ¿se comen las cabras de Betancuria los pinos?

El Padre Báez, suplente y prestador de su voz, de cuantos defensores de los animales, grupos ecologistas, y demás hierbas compradas y calladas, incluidos nacionalistas, independentistas, laicistas, etc., que por llevar esta bandera un cura, miran para el cabildo y le dicen: ¡sí guana! Pues, ¡guárdenme una cría de cada uno de ellos!, que yo sigo mi lucha capitaneando a los sin siglas, ni pertenencias a grupos adictos a los cabildos, con la masa o pueblo que me sigue, y ello, ¡gracias a Dios! Y a este fin, siguen algunas citas bíblicas:

“… ¿quién nos librará de las manos de los que nos traen toda clase de calamidades?…” (1Sm. 4, 1-11). / “… retroceden ante el enemigo que nos saquea…” (salmo 43). / “… pezuñas de cabras, en las alturas…”(salmo 17). /“… irracionales como caballos y mulos…” (salmo 31).

El Padre Báez

Florentino López Castro

Florentino López Castro

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