El juez de la Audiencia Provincial, Salvador Alba, no ha aceptado la causa de recusación contra él solicitada por uno de los acusados en el caso Faycán y la rechaza porque dice que no tiene enemistad manifiesta con ninguna de las partes ni con ningún abogado. Atribuye la petición a una finalidad «dilatoria fundada en la mala fe» y en un «abuso de derecho». La propia Audiencia tendrá la última palabra.
En el auto, dictado el pasado 13 de noviembre de 2017, el magistrado rechaza de plano la recusación planteada contra él por la representación del empresario acusado en esta causa, Ángel Omar Suárez, que en su solicitud entendía que Alba mantiene una «enemistad manifiesta» con su nuevo abogado, Sergio Armario, al que el magistrado interpuso una denuncia en 2016 y al que incluso llegó a grabar para aportarlo como prueba en otra causa, aunque al final fue denegada.
Alba atribuye a esa petición de recusación «una finalidad dilatoria fundada en la mala fe y en un evidente abuso de poder», lo que, dice, debería dar lugar a la «inadmisión liminar» de la recusación. El magistrado hace un relato cronológico de los hechos para explicar por qué cree que el abogado solo busca dilatar el juicio.
El caso Faycán, para el que Alba ha sido designado ponente, deberá juzgar una supuesta trama para el cobro de comisiones ilegales en el Ayuntamiento a cambio de adjudicaciones de obras. El inicio de las sesiones de la vista oral estaba señalado para el 23 de octubre pasado, pero apunta Alba que el recusante, que designó como letrado a Armario el 12 de septiembre anterior, presentó un escrito el 27 de septiembre de 2017 solicitando un plazo de dos meses para estudiarse la causa. El tribunal, presidido por Alba, aquel mismo día le responde que el tiempo del que dispone son las jornadas que restan hasta el 23 de octubre. Y es entonces, cuando no se accede a su petición, explica Alba, cuando el abogado «entiende que existe causa de recusación» y la formula el 29 de septiembre. Y añade. «Es probable que de haber accedido a la petición de suspensión del señalamiento del 23 de octubre, no se hubiera planteado la recusación». Además, advierte de que aquella petición de suspensión la había tramitado fuera de plazo. En todo caso, al final la vista oral fue retrasada hasta enero porque, entre otras cosas, faltaba por incorporar documentación a la causa.
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