El filicida de Telde: «No fui a matarlo, quería asustarlo»

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El vecino de Las Remudas (Telde) que en abril de 2015 mató a su hijo en el curso de una discusión admitió este lunes el filicidio ante el jurado, aunque alegó que lo hizo de forma involuntaria, cuando intentaba sacárselo de encima porque, dijo, «me estaba pegando». Se manifestó «muy arrepentido».  

Miguel C.S., el vecino de Telde de 55 años acusado de matar el 27 de abril de 2015 a su hijo de Cristo Fernando C.V. , de 34 –padre de dos hijas–, reconoció este lunes ante el tribunal popular el filicidio, pero aseguró que le había clavado la navaja en pecho sin ánimo de matar, sólo para asustar a su hijo,  porque éste le estaba «pegando» tanto a él como a su madre, es decir, a la abuela del fallecido, Lucrecia S.

El homicida aseguró que no se llevaba mal con Cristo, pero afirmó que éste se había metido en las drogas y se había ido «para atrás».

Detalló que aquel día Cristo había entrado pidiéndole dinero insistentemente a su abuela y que él se le había enfrentado.  Expuso  que cuando estaban forcejeando se había metido en medio la abuela, y dijo que Cristo la había empujado contra la pared violentamente, para después ensañarse con él, tirarlo al suelo y darle patadas.  «¿Qué hago, le dejo que mate a mi madre?», cuestionó. Cuando la fiscal Inés Herreros le preguntó por qué no había optado por zanjar la pelea yéndose, respondió: «No sé».

Declaró que en un momento dado él cogió «de encima del microondas» una navaja y le fue «dando picaditas» a su hijo para amedrentarlo, «a ver si se iba», pero éste, lejos de deponer su actitud, seguía atacándole. Entonces le clavó el cuchillo, según la fiscal «de frente y de forma directa al corazón», causándole la muerte por shock cardiogénico. Los policías que acudieron a la llamada de auxilio del homicida dijeron este lunes que los cinco litros de sangre que tenía el cuerpo Cristo estaban en un charco bajo el cadáver cuando llegaron a la casa familiar.

El acusado admitió que tenía problemas con el alcohol y dijo que precisamente aquel día había vuelto a caer en la bebida, tomándose un par de whiskys antes de que sucedieran los hechos. Aseguró que su hijo tenía problemas con las drogas, y detalló que consumía, según él, «cocaína, hachís y trankimazin (nombre comercial de un medicamente  ansiolítico)».

Dijo que se arrepentía mucho  de haber matado a su hijo: «No tengo palabras, me arrepiento, en ese momento no estaba yo en mi misma cabeza», expuso.

A preguntas de su abogado, el imputado expuso: «Aquel día me cegué». Relató que en el día a día él y su hijo habían tenido discusiones normales, pero que «nunca habían llegado a más». Aclaró que cuando sucedieron los hechos su hijo estaba de vuelta en casa porque su novia lo había echado, lo que ésta negó. La fiscal apreció diversas contradicciones en la declaración del acusado y de su madre.

Canarias7

Florentino López Castro

Florentino López Castro

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