«El disfraz de tabaibas…»

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“… un rebaño… su pastor… el hombre… como un animal…” (del salmo 48).

“… sabéis que los jefes de los pueblos los tiranizan y que los grandes los oprimen…” Jesucristo Mt. 20, 17-28).

“… todo el día maquinando injusticia… autor de fraudes; prefieres el mal al bien, la mentira a la honradez…” (del salmo 51).

“… descargan sobre mí calamidades y me atacan con furia… la guerra que me hacen, porque son muchos contra mí…” (del salmo 34).

… toda vez que aquí el carnaval de tres días en el mundo dura más de tres meses y a pesar de la Cuaresma, todavía los hay que no se quitan el disfraz, y ante tanta máscara, no está de más sugerir el disfraz de tabaibas, que es el que oculta muchos males en estas más que desgraciadas islas a pesar de que en tiempos pasados fueran las mejores de las islas del mundo, al presente caídas en la cola del mismo mundo en paro, hambre, corrupción, multas a los campesinos, acoso a los mismos, etc. Las tabaibas, nos han llevado a la periferia, y contrastamos respecto al mundo en idiotez al defender lo que no es defendible ni hay razón o motivo para ello (salvo para el cabildo que se fortalece multando por ello y se forra a costa de simples, llanos y sencillos campesinos). Al cien por cien de los campesinos han sido multados y lo son algunos reiterados ante normativas que desconocen y al seguir con lo que es uso y costumbre (leyes naturales por tanto). El campesino ya no es libre, hace tiempo dejó de serlo, vive acorralado, vigilado, sancionado, perseguido, etc. Muchas actividades propias del mundo rural, han desaparecido, sin más, yéndose en ello la tradición, la etnografía, la sabiduría de la cultura del agro (o campo).

El cabildo viola todo lo dicho y más. Persigue al campesino. Los campesinos, cada vez más hambrientos. Cada vez, más enfermos, cada vez menos. El campesino vive en un contexto hostil, decrece su número. Las tabaibas nos expulsan. Se profundiza nuestra pobreza ante las tabaibas que lo copan todo. El riesgo es de total exclusión (¡tiempo al tiempo!). No se reabre la agricultura, ni la ganadería (al contrario: se cierra cada vez más). Aumenta la protección a las tabaibas (se desprotege al tabaibero [antes canario o gran canario]). Avanza y crece la corrupción. Se trata y es una violenta acción cabildicia contra el sector que debiera defender y solo engaña con cursillos en su granja de bañaderos (Arucas). Cada presidente sigue las huellas del anterior pisando más fuerte sobre lo mismo, sin retroceso alguno. Se ha cancelado toda actividad en el campo, ya sea agrícola como ganadera, solo tabaibas…

El Padre Báez

 

Florentino López Castro

Florentino López Castro

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