El conato entre Ingenio y Telde afectó finalmente a una superficie de 2.203 metros cuadrados, según datos del peritaje final confirmados por fuentes de la investigación. Sobre todo afectó a retamas y escobones. La rápida actuación de las Unidades Bravo y Presa, con apoyo de los bomberos del Consorcio, evitó que fuese a más.
Las llamas del conato arrancaron en el mismo punto de otros incendios desatados en la zona entre Ingenio y Telde, cerca del núcleo cumbrero de Cazadores, según confirmaron este jueves fuentes de las pesquisas. De hecho, se investiga quién puede estar detrás de este último conato que finalmente afectó a 2.203 metros cuadrados de retamas y escbones, según confirmaron fuentes de la investigación abierta.
El Centro de Coordinación Operativa Insular (Cecopin) de Gran Canaria recibió la alerta pasadas las 23.30 horas del miércoles procediendo a movilizar a los equipos de emergencia. En ese momento, en el lugar se registraban rachas de viento de hasta 35 kilómetros por hora en una zona seca tras el último episodio de altas temperaturas vivido hace días. Por suerte, el viento no complicó las tareas de los equipos.
Al lugar se desplazaron el equipo Bravo 7 y el equipo Presa 2, un agente de Medio Ambiente, un vehículo nodriza, un técnico de extinción y un técnico analista de la Consejería de Medio Ambiente del Cabildo, además de los bomberos de la base de Telde del Consorcio y agentes de la Policía Local, además de efectivos de Protección Civil de Ingenio, que movilizó dos vehículos y siete voluntarios que finalmente no tuvieron que intervenir.
Extinción
Gracias a la rápida intervención de los agentes, el fuego pudo darse por controlado sobre las 00.30 horas y totalmente extinguido a las 2.40 horas, según anunció la Consejería de Medio Ambiente del Cabildo de Gran Canaria. Las investigaciones ya están en marcha para averiguar cómo y quién inició este conato, ya que todos los indicios apuntan a que fue intencionado, entre ellos el hecho de contar con varios focos y el lugar escogido.
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