Los desahucios no solo los hacen los bancos ni afectan exclusivamente a familias. El Ayuntamiento de Telde se ha visto obligado a adoptar una medida similar con dos de los restaurantes del paseo marítimo de Melenara. No pagan y el casero, que es el Consistorio, tiene que echarlos. El drama es que con ellos se va una empresa y, a lo mejor, sus puestos de trabajo.
Los dos decretos para la resolución de ambos contratos, los de los locales A y F, los firmó este pasado lunes el concejal de Urbanismo y Patrimonio, Pablo Rodríguez. Con ellos se da por finalizado o extinto el contrato de arrendamiento que se suscribió entre el Ayuntamiento de Telde y los adjudicatarios de ambos locales, que los vienen ocupando desde mediados de 2013. ¿El motivo de la rescisión? Incumplimientos de obligaciones e impago de las rentas y de las cuotas para el mantenimiento de las zonas comunes, como el balneario, que por esta razón lleva cerrado desde hace más de tres meses y ha dejado a la playa sin aseos públicos. Al menos una de las empresas solicitó un fraccionamiento de la deuda, pero tampoco se le ha aceptado.
Una vez se notifiquen a sus destinatarios ambos decretos, las dos empresas tendrán que abandonar las instalaciones municipales que ahora ocupan. Para el caso de que no lo hagan de manera voluntaria y sea necesario recurrir a los tribunales de justicia, Patrimonio ha ordenado también el traslado de los expedientes a la asesoría jurídica municipal. Uno de los arrendatarios adeuda más de 14.000 euros y el otro, más de 60.000. En ambos casos apenas abonaron sus mensualidades desde 2013.
Pero la resolución de estos contratos traerá consigo, además, otro daño colateral. Condena sine díe al Neptuno a seguir manco y desarmado. Entre las mejoras que ofreció el arrendatario del local A para hacerse con el contrato figuraba una dotación de 15.000 euros para reponerle a la escultura de Luis Arencibia el brazo y el tridente que un temporal se llevó por delante en 2011. Deberá esperar.
(*) Canarias7
