¿DÓNDE ESTÁN ANNA Y OLIVIA?

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Una madre acude asustada a la Guardia Civil, su ex pareja se niega a entregarle a sus dos pequeñas de 1 y 6 años. La última vez que se le vio fue en La Dársena pesquera de Santa Cruz de Tenerife con dos petates de neopreno y una mochila. La guardia civil horas más tarde encuentra la lancha con la que se fue vacía y a la deriva, en el agua una silla de retención infantil que usaba Anna. 

Así empieza una pesadilla que dura ya más de un mes.  ¿Dónde están Anna y Olivia? Hoy puede ser el comienzo del fin de un misterio que ha conmovido a todo un país.

El buque oceanográfico Angeles Alvariño dotado con un sonar de barrido lateral y con un robot submarino ha llegado a Tenerife para sumarse a la búsqueda de Anna y Olivia, las niñas desaparecidas.

Este buque del Instituto Español de Oceanografía (IEO) es un viejo conocido en El Hierro,  su submarino no tripulado, ROV Liropus 2000, se usó para  la toma de imágenes de alta resolución en el volcán de El Hierro. Pudiendo hacerlo en todo el edificio volcánico, desde su base hasta su cima principal y pasando por todos y cada uno de los conos secundarios. La precisión  de este  robot es una pieza clave para poder descartar cualquier desenlace por macabro que resulte. 

Este robot submarino no tripulado Liropus, es capaz de maniobrar hasta 2.000 metros de profundidad.

Con esta tecnología la Guardia Civil rastreará el fondo submarino en un área delimitada por el geoposicionamiento del móvil de Tomás Antonio G.C., obtenido a través de un duplicado de su tarjeta, en la madrugada del 28 de abril, horas después de que se le perdiera el rastro. Recordemos que las  cámaras de la Marina de Tenerife y un vigilante lo vieron salir por segunda vez a la mar con su lancha a las 00.30 horas para nunca más volver.

NO SOLO POR MAR “LA FINCA DE LOS SUEÑOS ROTOS”

Otro de los puntos claves de la investigación es la casa donde Tomás Gimeno vivía, he podido ver de cerca esa casa. Está situada en Igueste de Candelaria, es una zona tranquila, residencial con varios chalet familiares de lujo. La casa de Tomás no es una de esas. No es vivienda especialmente atractiva por su diseño. Es una finca de unos 2000 metros cuadrados  con una piscina vacía y  árboles frutales, se ve a simple vista abandonada, descuidada. Una de sus dos entradas está inutilizada por la espesa vegetación. Se pueden ver algunos juguetes de las niñas. Se nota visiblemente el descontento de los vecinos, ya se cansan de nuestra presencia y no debe ser de su agrado que la tranquilidad de su entorno se vea manchada por un suceso como este. La casa de Tomás era alquilada, al parecer pagaba unos 1500 euros al mes por ella. Es aquí cuando se sabe con certeza que las niñas estuvieron por última vez. Una vecina las escuchó poco antes de que el Audi de Gimeno se dirigiera al puerto para nunca más saber de él.

REGISTROS

Hasta 5 registros realizó la guardia civil en esta casa. Los primeros dentro de la vivienda y los dos últimos con dos perros especializados en busca de restos orgánicos. Junco y Bill, así se llaman los perros, marcaron varias zonas de la casa, aunque la convivencia de Tomás y de las niñas en algunos periodos, pueden dejar rastros de diferentes fluidos o marcas que puedan confundir a los canes. Aún así los agentes se llevaron todas las pruebas para ser analizadas. Eso si la guardia civil llegó a una clara conclusión, en esa vivienda que un día en otros tiempos felices, Tomás compartió con Beatriz, su ex pareja y las niñas, no ocurrió ningún hecho violento que dejara rastro, lo que no indica que ocurriera algo horrible. El coche y la lancha también ha sido rastreados sin resultado aparente.

¿DONDE ESTÁN?

Esa pregunta retumba en nuestras mentes, el elevado poder económico y los contactos que Tomás tiene fuera del continente hacen sospechar la hipótesis de la huida con trasbordo de la lancha a otra embarcación con destino a Cabo Verde, o algún país latinoamericano.  

Si es así Tomas en algún momento se derrumbará, la presión de sentirse vigilado, cada segundo de su vida, la tensión de unas niñas que demandan a su madre, la liquidez económica… puede que en algún momento baje la guardia o que simplemente recapacite. 

Beatriz Zimmermann sueña cada día en que sus pequeñas vuelven a casa, sueña que nada de esto haya pasado, mañana volverían al cole con sus amigos con su entorno y todo esto sólo sería un mal sueño. 

Isaías Santana, reportero / ONDA GUANCHE

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Florentino López Castro

Florentino López Castro

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