Una alimentadora de colonias felinas descubre los restos de animales dentro de una bolsa de basura, víctimas de lo que denomina brujería.
La plataforma animalista Leales.org recuerda que el sacrificio ilegal de animales, además de ser un maltrato animal, es un delito recogido en el código penal. Es culpable tanto el que lo realiza como quien paga para que los estafadores sigan usando a los animales inocentes en rituales ilegales.
Recuerda además que le destino de cada uno no depende de los rituales de estafadores sin escrúpulos.
El lugar, conocido como Barranco del Draguillo, se encuentra entre los municipios de Ingenio y Telde, en Gran Canaria.
