«Conocer el neoliberalismo. Para huir de él la sociedad del 20/80 y el tittytainment»

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Creo que una de las explicaciones claves a todo lo que nos sucede en Canarias, y por extensión a España, se define en dos palabras que entiendo son contrapuestas y disyuntivas, ignorancia y conocimiento.

Desgraciadamente lo que abunda es ignorancia, en diferente medida, pero ignorancia, por ello agradezco a quien me saca de ella, y procuro con humildad desde mi noray, ayudar a otros a salir de la misma.

Esa ignorancia estructural es lo que debe acontecer en masas de personas que actúan en política contra su propia existencia, contra su propia familia, contra su realidad y anhelos, pero ciertamente, en general no tienen la culpa, a los menos les gusta cultivar la idiotez, y a éstos también habrá que darles lumbre, pero la mayoría están en el pozo sin saberlo.

Si hay un concepto político relativamente novedoso que genera un daño brutal a la humanidad es el pensamiento neoliberal, tan oído pero tan desconocido.

Se ha colocado muy lejos de su supuesto origen intelectual, el liberalismo, que tiene una base cultural más digna de elogio, al buscar una protección del individuo, de la persona frente al poder establecido, y generarle unos derechos básicos, una dignidad social –el social liberalismo- y una libertad intelectual al creer en la sociedad civil.

Curiosamente, este desleal heredero pretende cercenar de cuajo precisamente la dignidad de esa sociedad civil, no en vano vacía de contenido una máxima desde la ilustración, la soberanía reside en el pueblo, para ahora residir en “los importantes”, los que tienen dinero y en forma societaria, las multinacionales, un poder de hombres codiciosos que no quieren someterse a las normas de estados, las normas de parlamentos, las normas de las personas, la soberanía ahora es de los consejos de administración de las grandes corporaciones y empresas.

¿Es esta idea entendida, interiorizada por el votante de esa realidad llamada PP –léase Partido Nacionalista de Castilla-? ¿Tendría este partido once millones de votos si todos conocieran el sentido de su doctrina y a qué obedece la misma, si pudieran traducir cada movimiento y línea de discurso?.

Ciertamente se podrá decir que su doctrina arrastra también el llamado nacionalcatolicismo, pero pienso que este voto sería muy inferior a esos once millones de personas, si pudieran entender que el neoliberalismo aborrece el amor al prójimo o la sensibilidad con las miserias de la sociedad.

Como cuestión religiosa, resulta impactante el pensamiento neoliberal expresado por un profesor de economía de Chicago, en un artículo de una revista española que leí entre los años 88-96 aproximadamente, y cuya precisión de recuerdo no va más allá de lo que aquí puedo decir –dicho sea de paso, quedaría muy agradecido a cualquiera que me informara de la publicación-, el artículo se titulaba, creo, “Chicago Boys”, y estaba escrito por una mujer, que había entrevistado al profesor de varios economistas de la época de Pinochet, al referirse a uno de ellos, dijo: fulanito, muy bueno –en referencia a sus conocimientos de economía- pero… ¡es demasiado cristiano!.

¿Serviría esto para hacerle entender a los católicos del PP con quiénes se la están jugando?

Si hablamos de poder financiero –al final léase poder de unos individuos, seres humanos- tenemos como nos dice Ignacio Ramonet <>, así acabaría expresando un liberal, muy liberal, pero no neoliberal, como el ex primer ministro francés Raymond Barre <>.

Esta es la ironía, Ignacio Ramonet lo expresó hace años, pero es perfectamente válido en nuestros días, quizás con más virulencia, frente a la potencia de estos mastodontes de las finanzas, los Estados ya no pueden ejercer su función ejecutiva; tres grandes fondos de pensiones norteamericanos movilizan diez veces más dólares que las reservas de los siete países más ricos del mundo. Los auténticos mamuts de las finanzas puede originar la desestabilización de cualquier país.

Estarán conmigo en que esta realidad va resquebrajando el concepto de democracia, al vaciar al Estado de poder, porque la soberanía del Estado, la soberanía del pueblo, de las personas, ya no mueve el mundo, en definitiva, la dignidad humana pierde su sentido, y ello porque lo hemos permitido por ignorancia. Determinado voto a determinadas personas han llevado a esto, curiosamente, es en las calles donde ha cogido poder nuestro problema.

Dos periodistas alemanes, Hans-Peter Martin, Doctor en Derecho, y Harald Schumann, ingeniero, nos traen el dramatismo a nuestra realidad en su obra, ya veterana, de 1996, La Trampa de la Globalización, el ataque contra la democracia y el bienestar, léase contra las personas y su existencia, en ella nos hablan de la sociedad 20:80, en esencia ochenta personas de cada cien podemos sobrar en la “super” sociedad del futuro, una sociedad que ya ha llegado y que pretende continuar fabricándose.

La idea, transcribo, no es una creación literaria, sino que surge en un encuentro de los defensores del nuevo pensamiento gobernante en 1995. En la ciudad de San Francisco, hotel Fairmont, Gorbachov reúne a 500 políticos de primera línea, líderes económicos y científicos de los cinco continentes, la pretensión según el propio Gorbachov es indicar el camino al siglo XXI, “en marcha hacia una nueva civilización”.

Personajes como Margaret Thatcher, George Bush o Ted Turner están allí para reflexionar durante tres días en pequeños círculos de trabajo con los “global players” del mundo informático y financiero, pero también con los cerebros de la economía de Stanford, Harvard y Oxford, entre otros tantos.

Tienen plena libertad de expresión, los ponentes pueden introducir un tema durante cinco minutos justos desechando cualquier lastre retórico y ninguna intervención puede durar más de dos minutos –determinadas personas las cronometran y avisan de si queda 1 minuto, 30 segundos, Stop-.

Nos metemos en uno de esos círculos en directo, un tal John Gage, alto ejecutivo de la empresa informática norteamericana Sun Microsystems, pone en marcha la mesa redonda sobre “Teconología y trabajo en la economía global”. Su empresa batió records en Wall Street. “Todo el mundo puede trabajar con nosotros todo el tiempo que quiera, tampoco necesitamos visados para nuestro personal extranjero”, explica escuetamente Gage. Los Gobiernos y sus normas para el mundo laboral han perdido importancia. El da trabajo a aquellos que necesita en cada momento, ahora tienen preferencia “buenos cerebros de la India”, que trabajan todo el tiempo que pueden. Desde todos los continentes, la empresa recibe por ordenador demandas de trabajo que hablan por sí mismas.

“Contratamos a nuestra gente por ordenador, trabajan por ordenador y son despedidos también por ordenador”.

Quedan “30 segundos”, le indica la señora del cronómetro.
“Simplemente, buscamos a los más inteligentes. Con nuestra eficacia, hemos podido elevar nuestro volumen de ventas, desde que empezamos hace trece años, de cero a más de seis mil millones de dólares”. Satisfecho de sí, Gage se vuelve a un vecino de mesa y bromea: Eso tú no lo hiciste tan rápido, David, ni de lejos”. Gage había aprovechado los pocos segundos que le quedaban hasta el cartel de “Stop” para lanzar esa pequeña puya.

El aludido es David Packard, cofundador del gigante de la alta tecnología Hewlett Packard. Éste, anciano multimillonario hecho a sí mismo no se inmuta, e inteligentemente plantea la pregunta central:

-¿Cuántos empleados necesitas realmente, John?

-Responde Gage secamente, seis, quizá ocho, sin ellos estaríamos perdidos, en cambio, me es completamente indiferente en qué lugar de la Tierra vivan.

El moderador, Rustum Roy, profesor de la Pennsylvania State University, remacha:

-¿Y cuánta gente trabaja actualmente para Sun Systems? –Dieciseis mil. Excepto una pequeña minoría, se trata de reservas de racionalización.

En la sala no se murmulla, pero todos ven en sus mentes un ejército de parados inimaginable hasta hoy como una obviedad.

Los pragmáticos reunidos reducen el futuro –hoy empieza a ser presente- a un par de números y un concepto: “20 a 80” y tittytainment.

La traducción es que en este siglo, el 20% de la población activa bastará para mantener en marcha la economía mundial –no se necesitará más fuerza de trabajo-, consecuentemente, este 20%, participará activamente en la vida, el beneficio y el consumo, no importa en que país. A ellos se les puede añadir un 1 o 2% -contando a los herederos acomodados”, admiten los participantes en el debate.

Los demás, el 80%, tendrán grandes problemas para encontrar trabajo, según Gage, la cuestión será, comer o ser comido.

La mesa concluye con un nuevo orden social, países ricos sin una clase media digna de mención.

Ante esto, Zbigniew Brzezinski, polaco de nacimiento, y consejero de Seguridad Nacional con Jimmy Carter, lanza el concepto tittytainment, viene a ser una combinación de entertainment y tits, pechos en argot americano, en definitiva, la frustrada población del mundo podría mantenerse con una mezcla de entretenimiento aturdidor y alimentación suficiente, si bien, nunca me he enterado quien pagaría ese entretenimiento y ese alimento, el entretenimiento tal vez Telecinco con Sálvame y además el “Furbol”, el alimento no sé.

Tampoco sé que sería del Estado Español, o la Nación Canaria en ese Estado, con el 80% de su población sin rumbo, porque no se ve en el horizonte que estemos en condiciones de experimentar una exquisita vida de alimentación equilibrada, deporte y lecturas de filosofía, más veo desaliento, más ignorancia que acabará en violencia de una legión de pobres en la lucha por comer o ser comido, según Gage.

La sala, con sobriedad, discute las posibles dosificaciones de cómo el 20% se podría ocupar del 80%, opina el profesor Roy, que se podrían revalorizar las actividades del tipo servicios voluntarios a la comunidad, la ayuda a los vecinos o la participación en asociaciones de todo tipo, con una modesta remuneración y fomentar así la autoestima de millones de ciudadanos.

Los dirigentes de los consorcios esperan, que en los países industrializados, que no hablamos de Mauritania, sino de España o Canarias por poner un caso, pronto habrá personas que limpien las calles casi por nada o encuentren un mísero refugio como trabajadores domésticos. Al fin y al cabo, la era industrial, con su bienestar de masas, no es más que “un pestañeo en la historia de la economía”, analiza el futurólogo John Naisbitt.

¿Están ustedes dispuestos a que su futuro sea de colaborador en la Asociación de Vecinos por una modesta remuneración, o tal vez de plantador de árboles, limpia bancos del parque? Imagino que son conscientes de personas licenciadas que hablan además el idioma inglés trabajando en la caja de un supermercado. ¿Aprecian lo cerca que viene todo esto?

La destrucción de empleo con esta forma de pensar ya no es novedad en nuestro días, algunos ejemplos pasados son tan elocuentes como sangrantes, así Jürgen Schrempp marcó un hito cuando en mayo de 1995 se hizo cargo de la dirección de Daimler-Benz, después de haber sido corresponsable de casi seis mil millones de marcos en pérdidas el año anterior, paralizaría el constructor de aeroplanos Fokker así como la parte del consorcio AEG y anunció que en tres años la empresa pondría en la calle a 56.000 trabajadores –humanos, familias…-. Tal recorte elevaría casi un 20% la cotización de las acciones de Daimler e hizo unos diez mil millones de marcos más ricos a sus propietarios, aunque tuvieran que renunciar al dividendo anual. El Wall Street Journal y el Business Week festejaron a alguien que para los trabajadores era un fracasado, como un revolucionario que rompía el rumbo alemán de relación afectuosa con los trabajadores y ajustaba por fin la estructura del consorcio al bien de los accionistas. Por cierto, al “héroe” Schrempp, que tenía un sueldo anual de 2,7 millones de marcos se le hizo un regalo de 300.000 marcos más.

¿De dónde sale el pensamiento único, el credo apologista de la globalización, donde el mercado, el beneficio económico es el centro de la existencia de la humanidad, ya no es la persona?. Siguiendo a Susan George citada por Joaquín Estefanía, empieza a construirse a partir de la nada después de la segunda guerra mundial, gracias a la inteligencia estratégica de sus promotores y a cientos de millones de dólares de financiación llega al protagonismo de nuestros días.

Instituciones estadounidenses financian a economistas como George Stigler o Milton Friedman.

En Gran Bretaña destacó el Institute of Economics Affairse (IEA), institución cercana a Thatcher que ha contribuido en gran medida en este país a sustituir la mentalidad socialdemócrata dominante por otra favorable al mercado y al liberalismo económico. Su presidente fundador, Arthur Seldon, dio una principal lección, las ideas tienen efectos contagiosos y él las saca a la luz pública y las confronta públicamente, esa es la función que han desarrollado los think-tanks neoliberales hasta acabar convirtiendo sus propuestas teóricas en doctrina oficial de muchos gobiernos, universidades e instituciones internacionales.

Según Brandan Martin, considerado experto en la materia, Seldon es, además, Vicepresidente de la Société Mont Pelerin –aldea suiza-, organización decana en la defensa de las ideas ultraliberales. Se creó en el año 1947 por una cuarentena de personalidades reunidas por el economista austriaco, premio Nobel de Economía y auténtico padre fundador del liberalismo económico moderno, Friedrich von Hayek. Éstos se encerraron en dicho lugar en un coloquio de diez días, para convencer al mundo de que “los valores centrales de la civilización están en peligro” y de que la libertad estaba amenazaba por “un declive en las ideas favorables a la propiedad privada y a la competencia del mercado, ya que en ausencia de la difusión del poder y de la iniciativa que permiten estas instituciones, es difícil imaginar una sociedad en la que sea posible preservar eficazmente la libertad”.

¿Cree el pueblo canario o español, que los problemas que padecen y que se avecinan, que las esperanzas de futuro, con, por ejemplo, canarios con título universitario o no emigrando, vienen de un ataque rojo a la propiedad privada? ¿O vienen de un ataque a la protección del trabajo, a la sanidad pública, al sistema público de enseñanza, a los recortes sociales, a la protección de la banca con dinero público, a la protección de las eléctricas con fuel en vez de con renovables, todo ello protagonizado por los neoliberales?

¿No serán nuestros problemas que nos quieren controlar la libertad de las masas a través del individuo frente a su libertad de élites privilegiadas?

Esta realidad neoliberal se destapa a partir de Davos, otra pequeña localidad suiza, en donde desde 1970, se reúnen cada año banqueros, jefes de Estado y de Gobierno, líderes de opinión, empresarios… para repasar la coyuntura del mundo y actualizar las recetas económicas que entre ellos consensuan para salir de las crisis. Las ideas que salen de aquí son de “obligado cumplimiento al mundo”, los países u organizaciones que osan desafiarla son inmediatamente castigados por los mercados.

En definitiva, estas ideas nos traen sus principios, algunos de los cuales cito, lo económico prima sobre lo político; el mercado, cuya mano invisible corrige las asperezas y disfunciones del capitalismo; desreglamentación, privatización y liberalización; menos Estado y un arbitraje constante en favor de los ingresos de capital en detrimento de los del trabajo; indiferencia con respecto al costo ecológico; la soberanía nacional es una supervivencia del pasado, está superada y en disolución…

¿Hay en España gentes que piensan y actúan con este ideal en el Poder?

Les respondo con dos apuntes, el primero: <<(…) en esencia se trata de dar respuesta a las demandas de Bienestar desde el libre mercado dejando al margen al Estado interventor; se sostiene la idea de que la salida del Estado de Bienestar debe ser la Sociedad del Bienestar y que las fuerzas del mercado estarán “sensibilizadas” con lo colectivo sin detrimento alguno ….>> Expresiones extraídas de un trabajo académico titulado “Pros y contras del Estado del Bienestar”, en el que hacen un canto a las tesis de la Sociedad de Mercado –al capitalismo del pensamiento único-, sus autores son los profesores Cristóbal y Ricardo Montoro Romero, ¿les suena alguno?.

Podemos encontrar otras perlas en la misma obra, tales como: <>

Y el segundo, extraído de una obra académica titulada Sociedad de Bienestar y Sistema Fiscal, en apartado de conclusiones, se puede leer: <<(…) En algunas ocasiones, se ha traslucido la existencia de una cierta incompatibilidad entre “Maastricht” y Sociedad del bienestar e, incluso, que una consecuencia del cumplimiento de los criterios de convergencia debía ser un recorte de las prestaciones sociales. Nada más lejos de la realidad.>>

El autor es el profesor Vicente Martínez-Pujalte López. ¿También le conocen verdad?

Con todo esto, ¿creen que el 80% de la sociedad –en teoría neoliberal- puede tener esperanzas de vida? ¿Piensan que su voto vale algo en este momento? ¿A quiénes y por qué obedecemos?.

¿Tienen los votantes de lo que llamo el Partido Nacionalista de Castilla, once millones, la certeza de estar en el 20% por cierto de la población, con las multinacionales? ¿Y qué piensan de su base espiritual, dar de comer al hambriento, de beber al sediento, de vestir al que está desnudo y de amar al prójimo, mirando al 80% de la población restante?

Lo mejor del neoliberalismo es que ellos lo han escrito muy claro. ¿Entienden la importancia de no ignorar, y sí conocer, para saber votar?.

Pedro Fco. Rodriguez Dorta

Florentino López Castro

Florentino López Castro

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