El comunicador Ezequiel López, centra la última editorial de su programa de Radio Faycán El Mostrador, a valorar el escándalo del Parque Móvil municipal sin seguro obligatorio (especialmente grave en los vehículos de la Policía Local). Para Ezquiel, “Telde la ciudad maldita”, me parece un titular exagerado, “Telde la ciudad sin administración local” igual me podría pegar mejor. Lo que está ocurriendo en la administración local es para ir a mear y no echar gota, lo que hemos vivido en este año largo de esta legislatura, no tiene parangón, si quitamos aquel año del caso Faycan.
A esto tiene que ponerle freno alguien, si los que están en ese mini gobierno no pueden, que lo dejen por favor, que no mareen más la perdiz, que les reconocemos las buenas voluntades, pero desde luego, no tienen una meta clara, definida, donde quieren llegar con el pobre equipo funcionarial viciado que tienen. Sé que no les gustará escuchar esto, sobre todo a los funcionarios y funcionarias profesionales y buenos que miran con respeto y responsabilidad a la ciudadanía y a la administración, pero luego existe una camá de ruines a mas no poder.
Este mal que existe entre estas calamidades que no valoran que, el día que los enchufaron se ganaron la lotería para el resto de sus días, aunque muchos se crean que nos creemos aquello de “me gané el puesto en unas oposiciones”, ‘arrecha’, palabra que dicen por ahí que es autóctona de Telde. Intervención, Tesorería, Secretaria, Depositaria y luego la tropa y no se enteran de nada, esto del Ayuntamiento de Telde es una casa de locos. Los políticos llegan conociendo lo que hay, unos más, otros menos, pero la mayoría, sobre todo a los que les toca llevar las riendas de la gobernabilidad, por una u otra razón, si quieren, no se les esconde ningún ratón colorao en madriguera alguna sin que ellos lo sepan, otra cosa muy distinta es que les tengan miedo por alguna razón política que ellos solos conocen.
La ciudadanía no tiene tiempo para dedicarles una manifestación, para salir a la calle, ya están, pero buscando trabajo, además los que les jaleaban y daban gritos antes, son ahora amigos de los que están en la oposición, pasando por las guerrillas de las diferentes coacciones a los que gobiernan para beneficios propios, quedando ante los ciudadanos, como grupos de ninguna credibilidad. Quemaron todos los cartuchos habidos y por haber, pero hay que reconocerles que lo han tenido a “eso” (huevo) para liderar una cruzada sin precedentes contra este Gobierno, por las innumerables inoperancias vividas en este corto mandato.
La administración local al margen de ser un desastre, siéntanse aludidos los bandidos y bandidas, no podemos dejar fuera las responsabilidades políticas, algunas reiteradas, y casi todas en el mismo departamento, Economía y Hacienda, misma concejala con un currículo, nada halagüeño, en el terreno económico y presupuestario, cuando le ha tocado estar al frente de la responsabilidad mayor, como es el erario público.
Con Celeste López al frente, se han dado unos capítulos económicos para olvidar sin duda, o, dicho de otra manera, para que dimitiera o como mínimo para que la alcaldesa la pusiera en otros menesteres políticos, que, por cierto, tenerlos, ahora mismo, hasta de sobra.
Lo de estar con los vehículos oficiales circulando sin seguros es de juzgado de guardia, no tengo la menor duda, la compañía de seguro, como cualquier otro proveedor de servicios eventuales, saben muy bien lo que hay que hacer cuando el cliente hace dejación de su responsabilidad, ósea te he dicho que tenemos firmado un compromiso para la renovación de los seguros y tú, Ayuntamiento de Telde, sigues creyéndote el rey del mambo y ni puñetero caso, pues lo siento criatura, a buscar agua a la marea. Por cierto, antes existía un corredor de seguro, muy cercano geográficamente a la institución y venían, como a buscar limosna, a advertirles de los vencimientos, pero últimamente, con nuevos concejales y pactos y más historias, le dejaron en la cuneta eligiendo uno de la capital, y he ahí el trato, creo que han vuelto corriendo al de antes, pero como dice el dicho, ‘a conejo ido, palos a la madriguera’.
Sin duda una situación ésta, para depurar responsabilidades políticas y funcionariales, no se pueden permitir el lujo de que hombres y mujeres, trabajadores de la institución pública, arriesguen sus vidas y las de los ciudadanos por dejación del funcionario de turno y de la política del momento, esto es una poca vergüenza y aunque no tengan manifestaciones callejeras, sepan que somos muchos los que le decimos a la alcaldesa ¡BASTA YA!”
