Comisiones rogatorias ‘averiadas’ en la ‘investigación infinita’ al supuesto testaferro de Obiang en Canarias

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En el caso que se investiga desde hace catorce años, ahora en el juzgado de instrucción nº5 de Canarias, contra el supuesto testaferro de Teodoro Obiang en España, el hispano-ruso Vladimir Kokorev, el último salto adelante en las pesquisas amplia la investigación para darle un carácter en apariencia iliminado.

Después de que el fiscal, Luis del Río, tras más de una década y dos archivos de la causa, haya rechazado cerrar aún las diligencias contra Kokorev, se ha remitido a Dinamarca una comisión rogatoria pidiendo más material para determinar si el empresario hoy jubilado y enfermo del corazón blanqueó o no dinero en una cantidad cercana a los veinte millones de euros.

En esta ampliación de las pesquisas lo sorprendente es que no se investiga directamente el dinero de la corrupción de Guinea Ecuatorial que persiguen tanto el fiscal como la jueza Ana Isabel de Vega. Tampoco directamente a Vladimir Kokorev. Se pone ahora la lupa en empresas terceras que durante años suministraron bienes de equipo a la antigua colonia española.

Para llevar a cabo lo que las defensas de Kokorev denominan “un salto definitivamente prospectivo en la investigación” que se separa de la investigación original, la jueza ha recurrido a información que ya se ha verificado en sede judicial como manipulada: se trata de los archivos contenidos en dispositivos informáticos incautados a Kokorev que incluso la propia UDYCO canaria reconoció ante la jueza haber manipulado: creando ficheros, borrando otros y alterando algunos.

El recurso ante esta maniobra que, según el letrado de la esposa de Kokorev, Antonio José García Cabrera, hace “infinita” la investigación, “algo impensable en un Estado democrático y de derecho, garantista”, lo tendrá que resolver Emilio Moya, en la Audiencia Nacional de Las Palmas. El fondo que se le plantea a la justicia canaria en el escrito es lo aberrante de que desde un juzgado “se puedan remitir peticiones de ayuda mutua internacional a otros países sin verificar su contenido y aunque ese sea falso”, so capa de que “todo eso ya se examinará en un hipotético juicio”, aún sin fecha ni certeza sobre su celebración tras catorce años.

Ayuda a terceros países con material reconocido como ‘falso’

El problema, “de una envergadura y unas connotaciones inadmisibles en lo que significa un procedimiento justo y reglado, es que se está enviando información sin contrastar o acreditadamente falsa, abusando a más abundamiento y gravedad de la buena fe de los Estados requeridos, con tal de impulsar una instrucción moribunda y sin rumbo”.

Hasta hoy, la jueza De Vega ha evitado pronunciarse sobre las numerosas irregularidades de la investigación que empezaron allá por 2004 cuando se recurrió a las conclusiones de un informe del Senado norteamericano, dándose la circunstancia de que ninguna de esas conclusiones (alguna afectaba a una empresa naviera de Kokorev que operaba con Guinea Ecuatorial) aparecía en el informe en sí.

Redacción Onda Guanche

Florentino López Castro

Florentino López Castro

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