Y pasaron los primeros tres meses y pico, las instituciones públicas con cambios importantes en el timón de muchas de ellas. Estos cambios traen nuevos programas, nuevas propuestas, nuevas maneras. Nuevas soluciones y nuevos problemas.
El Gobierno canario se conforma con los de siempre, la única novedad es el socialismo gomero, que es un socialismo aparte. También entró en el equipo “de aquella manera”. Dejaron en el banquillo al PP, de momento “hasta ver si entran en razones y aprenden de una vez quienes son los “putos amos”. Y de paso, por lo que pueda dar de sí el nuevo pacto para las generales. Lo de Ciudadanos escandaloso directamente y lo de Podemos de Noemí Santana (hay varias familias), digno.
Clavijo apunta maneras con el resultado sus visitas a la “metropoli”, será porque Soria busca echadero para el año que viene en su tierra. Un buen puesto sería la del control canario del ITE, ahí un economista como Soria de Viceconsejero, dependiente del presidente…..suena bien.
En la isla redonda, Tamarán, mandan Antonio Morales, Roque Aguayro, Bloque Nacionalista Rural, Podemos (brazo Brito y familia), Psoe y Nueva Canarias y los funcionarios de siempre. Tengo para mí que ese pacto no llega a la orilla porque por un lado están los compromisos de los grupos que respaldan el pacto y que intentarán colar a lo largo de la legislatura, por otro el “pedigrí” de sus componentes. Imagino que en algún momento hará reflexionar al bueno de Antonio Morales. No es lo mismo el poder en un municipio que el Gobierno en una isla.
En Telde la verdad es que no me desagrada el pacto que se dio. Obedece a la lógica de los resultados electorales y creo que en estos primeros cien días no les ha dado tiempo a situarse. Algunos no saben ni dónde ponerse para que no le estalle una “bomba a modo de deuda”. Si no son los trabajadores son los proveedores; unos hacen bulla en la calle y otros rematan en los juzgados y claro, recién llegado que te digan moroso, sinvergüenza, caradura, etc, y encima va un juzgado y lo ratifica, ufff, es duro. Siempre tienen la opción de dimitir.
Me hace que tendrán que haber muy buena voluntad para salir de ésta. La alternativa sería la intervención por parte del estado español y aquí me planteo un dilema: Si los que están no son responsables directos de la situación financiera y además han sido recientemente elegidos por sus vecinos, ¿qué sentido tiene? No será mejor buscar una salida negociada, ampliando generosamente el plazo para devolver el dinero, además de inyectar los recursos suficientes para sacar a la gente de la crisis. Si lo hacen, se garantizan su propio futuro porque será esa gente, con capacidad de gastar los que vía impuestos sigan manteniéndolos.
De lo contrario, alguien acaba de abrir una peligrosa puerta al declararse en Huelga de Hambre , día y noche, en la Plaza de San Juan Consúltelo con su almohada.
Germán Ramos Ramos, columnista de ONDA GUANCHE
