«Telde: Del amor al transfuguismo»

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Atención, Telde. Pongan en pausa la cafetera, bajen el volumen de la radio y guarden a los niños en la habitación. Lo que está ocurriendo en el gobierno municipal no es política: es salseo del bueno. ¡Y sin necesidad de cámaras ocultas ni guionistas! Aunque si los tuviera, serían premiados en los Emmy.

El alcalde Juan Antonio Peña, que parecía vivir en una especie de luna de miel política perpetua (con abrazos, palabras dulces y hasta desmayos incluidos), ahora se ha puesto el chaleco antibalas institucional y anda a la caza de nuevos aliados. ¿Y a quién está mirando con ojitos tiernos? Pues ni más ni menos que a VOX. Sí, ese VOX. El que antes estaba en la oposición gritando desde la grada y ahora podría acabar en el palco VIP del gobierno local.

La joya de la corona es Esmeralda Cabrera. Hasta hace nada, se paseaba camino de la Fiscalía con una carpeta llena de papeles de GESTEL, buscando posibles delitos como quien busca errores en una factura de la luz. Y ahora, oh sorpresa, suena como nueva integrante del gobierno. ¡El plot twist que nadie vio venir! La misma que cuestionaba la limpieza del grupo de gobierno podría acabar compartiendo mesa con quienes antes señalaba… y con la tránsfuga de su antiguo partido. ¿Tensión en los plenos? ¡Más bien reality show en directo!

Y por si fuera poco, todo este desparrame ocurre justo cuando estamos a punto de alcanzar el ecuador del mandato. Ese momento en el que se supone que ya deberíamos estar viendo gestión, obras, servicios y resultados… pero en su lugar tenemos más amenazas, pactos rotos y movimientos de silla que en una boda gitana.

Los ciudadanos seguimos perplejos con el bol de palomitas en mano. Porque si algo ha demostrado este gobierno municipal es que tiene más giros de guion que una temporada de La Casa de Papel y más transfuguismo emocional que un ex volviendo por Navidad.

Ah, y no olvidemos a Doña Rosa, el retiro espiritual favorito de algunos cargos públicos. Ese santuario emocional donde se curan las calenturas políticas, se apagan fuegos internos y se recargan las energías para seguir sobreviviendo en esta jungla de egos, silencios, puñaladas traperas y pactos de madrugada.

Y que nadie se confíe. Esto no ha hecho más que empezar. Porque si en la política local de Telde algo está garantizado, es que el guion siempre se puede complicar más. Los tambores de guerra ya suenan. ¿Y tú? ¿Estás listo para el próximo capítulo?

Juan Santana, periodista y locutor de radio

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