«La política municipal y sus desafíos»

Comparte esto:

A finales de agosto nos hacíamos eco en este mismo espacio de lo que parecía un TERREMOTO POLÍTICO en Guía de Gran Canaria, pero ahora empezamos a sospechar de que tan sólo ha sido una “DETONACIÓN CONTROLADA”, aunque con indeseables efectos colaterales para los vecinos.

Algunas inacciones y silenciosa imitación del anterior Alcalde, hacen que uno desconfíe de lo que está sucediendo en el Ayuntamiento de Guía.

Desde el pasado 17 de septiembre, se conformaba el actual pacto de gobierno en Guía de Gran Canaria, mediante una Moción de Censura a la que finalmente el PSOE de Alfredo Goncálvez accedió para desbancar a Pedro Rodríguez, puesto que el resto de Grupos ya se habían ofrecido con generosidad tras los pasados comicios electorales de mayo de 2023. Por aquel entonces el partido de la rosa no quiso ni oír hablar de este pacto.

De Alfredo Goncálvez, cabeza de lista del PSOE en Guía, puede decirse que «no fue alcalde porque no quiso», a diferencia de Feijoó en su candidatura a la Presidencia del Gobierno de España (salvando las distancias claro)…

Por eso llama tanto la atención que ahora si, aceptase dar el paso y encabezar la Moción de Censura que descabalgaría a Pedro Rodríguez de la presidencia municipal, sin que aparentemente hubiese ningún tipo de desencuentro previo entre ellos. Más bien todo lo contrario. Sólo hay que observar el abrazo fraternal que se regalaron ambos políticos durante la ceremonia de entrega del bastón de mando. A veces los gestos hablan más que las palabras. Sin embargo entonces, en los mentideros políticos, lo atribuyeron a determinados movimientos políticos de la dirección del PSOE canario, pero puede que esta cometa tenga el rabo más largo de lo que parece.

Los vecinos de Guía asisten ahora sorprendidos al comportamiento anómalo de Alfredo Goncálvez, que sigue priorizando o desatendiendo determinados asuntos, “casualmente” los mismos que el anterior AlcaldePareciera que Pedro Rodríguez le hubiese dejado las instrucciones por escrito...

La lógica nos dice que, el nuevo Edil trabajaría en evitar errores pasados de su antecesor, poniéndose a la tarea de trabajarse una futura mayoría de Gobierno mucho más cómoda de cara a las próximas elecciones, desde esa posición ventajosa que le ofrece ahora la Presidencia del Ayuntamiento. Pero NO, continúa atrincherado, dejando pasar el tiempo, repitiendo los mismos errores de su antecesor e imitando las formas y maneras de hacer política de Pedro Rodríguez (si es que a eso se le puede llamar política).

Por otra parte, y casi al mismo tiempo, se desata una guerra interna en Nueva Canarias, destinada a descabezar a Román Rodríguez y las viejas glorias del falso progresismo nacionalista, aprovechando su debilidad institucional, con la única finalidad de hacerse con las riendas del partido, vaya usted a saber para qué…

El «grupo sedicioso» lo encabeza el galdense Teodoro Sosa, con Antonio Morales a la sombra, en el mismo bando que el dueño del cachorro (Pedro Rodríguez). Este último se habría convertido, con el paso del tiempo, en un importante lastre para los objetivos del nuevo «líder canarista”, no sólo por su creciente rechazo social en el pueblo del que era Alcalde, sino por los “turbios asuntos” en los que se ha visto envuelto en los últimos tiempos. No hay que olvidar además que, Juntos por Guía-Nueva Canarias, pese a ganar las últimas elecciones, perdió mil y pico votos, lo que estuvo a punto de costarle la presidencia del Cabildo a Antonio Morales. Los “canaristas” de Guía, o como se hagan llamar ahora, no han dejado de perder votos en el municipio que gobernaban con comodidad desde hacía 14 años (con diferentes etiquetas políticas).

Cabe la posibilidad de que exista un extraño pacto en esta historia, en el que dejarían caer a Pedro Rodríguez (con su consentimiento y mientras resuelve “sus cosillas”), pero comprometiéndose Alfredo a seguir con su agenda política, al tiempo que se fragua el “golpe de estado” en el seno de Nueva Canarias, para volver con renovados bríos a la arena política en la próxima convocatoria electoral -ya veremos con qué pactos- con Pedro o sin Pedro, que ya es considerado por muchos un cadáver político, a pesar de sus últimos estertores.

Llama además la atención el comportamiento extraño del propio Pedro Rodríguez, ahora en la oposición, con una actitud beligerante sobre asuntos que él mismo provocó durante su mandato, desatando con ello la indignación de los vecinos. Cuando pudo no quiso, señalando ahora a otros como culpables de sus propias incompetencias.

Todas estas coincidencias en el tiempo invitan a la desconfianza de los que miramos la política de reojo, especialmente la política municipal…

Veremos cómo acaba la historia…

Entre tanto, los vecinos de Guía se preguntan desconcertados: PARA QUÉ HA SERVIDO LA MOCIÓN DE CENSURA…

Paco Vega

Deja un comentario