Siempre me ha llamado la atención esos perfiles públicos de cargos electos, que establecen dicha profesión en muchas ocasiones y prácticamente de manera perpetua.
Personas que se enganchan a un partido político, y van subiendo y colocándose, saltando de una institución a otra, sin ni siquiera pasar por la empresa privada en toda su vida o una mínima parte de ella, la realidad y el mundo laboral, que se supone deben conocer y gestionar.
No tengo nada contra quien desee dedicar su vida a servir a los demás de esta manera, al contrario, es algo muy loable; pero si al engaño continuo, o vivir continuamente de la política, que me lleva a otra reflexión:
– ¿PORQUÉ NOS ENGAÑAN LOS POLÍTICOS?
Puedo entender en unas elecciones que alguien desee hacer varios aspectos importantes, y cuando llega al poder, por motivos económicos, de deuda, de correspondencia institucional, etc., se vean imposibilitados a hacerlo en un tiempo, y trabajen para ello, es comprensible.
Lo que no lo es, son esas personas que se presentan, viviendo de la política, elección tras elección, y siguen prometiendo lo mismo, y el colmo es que les creemos y justificamos.
El otro día comentaba con un compañero que estos aspectos, al igual que muchas veces pasa con la corrupción, parece que los hemos normalizado, porque no pasan facturas a mentirosos-as, y encima cosechan éxitos.
Es como si alguien te tira piedras y encima le estás agradecido…¿Increíble eh?
Es curioso el sistema implantado, cansamos a la ciudadanía, se aburren de participar, generalizamos a todos los políticos-as, y nos seguimos manteniendo, desanimando de esta manera a la participación política.
-DEBERÍAMOS REFLEXIONAR…
Pensar en aquellos cargos que nos engañan reiteradamente, se aprovechan de la confianza que les damos, enriqueciéndose con sus sueldazos en sus puestos y a sus amigos-as.
Se debería probar a bajarles el sueldo a ver cuántos siguen…
De veras que deberíamos hacer una seria reflexión…
No usar el tópico, de bueno ya estos se han llevado, no voy a apostar por nuevos que tengan que empezar a llevarse desde cero, así solo mantenemos el sistema que han creado.
Se que, aunque a veces parece que no demasiada, hay mucha gente con ganas de hacerlo bien y honesta, gente trabajadora, gente que cree que la verdadera política, la que se hace con coherencia, ayuda a las personas; deberíamos reflexionar y valorar a esas personas, no criticar por criticar, entrar en su sistema y seguir tropezando mil veces en la misma piedra por los perpetuos, que nos demuestran lo que les importamos.
Cuando ejerzamos nuestro derecho al voto, para castigar o recompensar a quien se lo merezca, sea del partido que sea, REFLEXIONEN Y RECUERDEN de verdad a cerca de lo que prometieron, o llevan décadas prometiendo, verían así, como las cosas cambiarían.
De verdad, que rezo por un cambio, y que lo que se supone deben hacer, se haga para el beneficio de mi pueblo.
José Suárez, vecino de Telde