El Ayuntamiento de Telde ha comprobado estos días el buen ritmo de las obras de la primera fase del Área de Regeneración Urbana (ARU) de Jinámar que, con un presupuesto de 1 millón de euros, afectan a 180 viviendas de la calle Fernando Sagaseta.
El concejal de Servicios Municipales, Alumbrado Público y Abastecimiento de Agua y Saneamiento, Agustín Arencibia, giró esta semana una visita a la zona de actuación por delegación expresa de la alcaldesa, Carmen Hernández, que es quien ostenta la responsabilidad de Vivienda enla Corporaciónde Telde.
Los trabajos incluyen el acondicionamiento de la urbanización, la reparación y sustitución del pavimento en mal estado y los muros, la eliminación de barreras arquitectónicas y el adecentamiento y mejora del espacio libre.
Esta primera fase del proyecto integral de rehabilitación contempla, además, la mejora de la red de saneamiento, del cuadro de protección de alumbrado en las zonas comunes con pulsadores luminosos en la caja de escaleras, así como la revisión de la red de abastecimiento de agua potable sanitaria y de las posibles pérdidas en tuberías y enlaces. Por último, el ARU solucionará las carencias existentes de medios de protección contraincendios y la colocación de alumbrado de emergencia.
Agustín Arencibia recuerda que la segunda fase del ARU de Jinámar, que está pendiente de la firma del convenio entre el Ayuntamiento, el Cabildo de Gran Canaria, el Gobierno de Canarias y el Estado, es mucho más ambiciosa que la primera. Con un presupuesto de cerca de 5 millones de euros pretende acometer trabajos en un área que afecta a 480 viviendas.
Intervención comunitaria
El Ayuntamiento de Telde recuerda que la primera fase del ARU contempla además de la obra material una intervención comunitaria a través de un proceso de dinamización en la zona objeto de actuación a través de actividades de concienciación y prevención acordes a los objetivos del proyecto.
Entre las iniciativas desarrolladas en este marco, se ha realizado un trabajo de campo, a través de encuestas en los domicilios, para conocer el perfil socio económico de la población residente y valorar la calidad del proyecto.
Agustín Arencibia explica que el principal objetivo de esta intervención comunitaria es propiciar el bienestar social en relación a la convivencia y el entorno, mejorando la calidad de vida de los habitantes, generando un sentido de la responsabilidad en el mantenimiento del entorno y mejorando las relaciones sociales entre los propios residentes.
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