ANTONIO RIVERO PRESUME DE JINÁMAR EN LAS FIESTAS DE LA CONCEPCIÓN Y LA CAÑA DULCE

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El querido sacristán De la Iglesia de Jinámar fue el encargado este viernes de pregonar las fiestas de la Concepción y la Caña Dulce, como adelantó en su momento en primicia ONDAGUANCHE. Unas palabras entrañables, que Rivero quiso dedicar al barrio que “le ha dado todo a lo largo de su vida”. 
 
Rivero repasó sus historias y vivencias en Jinámar, principalmente las vinculadas a la iglesia, a la virgen y a la comunidad religiosa, marcada durante décadas por los padre paules. Un acto ameno, que supo enlazar con recuerdos y anécdotas de personas queridas por los vecinos y que el especialmente “llevará siempre en el corazón”. 
 
El sacristán fue respaldado, en un acto tan importante, por un número considerable de amigos y vecinos de Jinámar, que expresaron su alegría desde el primer momento en el que conocieron que Antonio Rivero era el pregonero de las fiestas este año. 
 
De este modo, Rivero dio el pistoletazo de salida a las fiestas de la Concepción y de la Caña Dulce, con un programa amplio y para todos los gustos, organizado desde el Patronato de Fiestas y con la colaboración de los vecinos. 
 
ONDAGUANCHE avanza el pregón íntegro de Antonio Rivero:
 

PREGÓN DE LA INMACULADA CONCEPCIÓN Y

 LA CAÑA DULCE JINÁMAR 02/12/2022

Introducción:

Muy buenas noches a todas las personas presentes, como sabrán, mi nombre es Antonio de los Reyes Rivero Artíles, nacido aquí, en el barrio de Jinámar, perteneciente al municipio de Telde, en la isla Gran Canaria.

Profesionalmente me he dedicado a desempeñar las funciones de celador en distintos centros sanitarios y en especial en mi querido Hospital Materno Infantil, en los que presté servicio durante 33 años.

También he sido catequista y actualmente continúo la labor de sacristán en esta parroquia denominada de la Inmaculada Concepción, en las que este año cumplo 60 años de una forma voluntaria y muy satisfactoria.

Las fiestas de la Inmaculada Concepción y la Caña Dulce las vivo desde pequeño con gran emoción y devoción por lo que significan estas fiestas, tanto la víspera como el día de la virgen y ver la cantidad de personas que transitan todas estas calles hacia la iglesia.

Patronato:

Cuando los miembros del Patronato de Fiestas, Cultura y Deportes “La Concepción y La Caña Dulce”, me designaron como pregonero de éstas nuestras fiestas, me sentí sorprendido y muy orgulloso por dicho nombramiento, pues soy parte e historia, como miembro fundador, allá por el año 1990.

A pesar de las diversas dificultades que siempre surgen se han podido celebrar las fiestas adaptándonos a los momentos y a los tiempos, con la ayuda de los vecinos y vecinas, así como los comercios que siempre han deseado colaborar y participar activamente.

Asimismo, podemos decir que desde hace unos años disponemos de un local en propiedad cedido por el Cabildo de Gran Canaria y el Muy Ilustre Ayuntamiento de Telde, en el que los vecinos se pueden reunir y aportar todas las ideas que consideren oportunas.

Pregoneros/as:

He visto pasar a muchas personas por este lugar y hoy me ha tocado a mí pregonar estas fiestas, consideradas las segundas en importancia, por la fé y los distintos actos religiosos, lúdicos, culturales y deportivos, que se desarrollan durante los días de celebración.

Historia:

Quisiera que me permitieran continuar con algunas pinceladas acerca de nuestra historia para que comprendan el significado que tienen estas fiestas, así como su patrimonio que es rico y muy variado.

Agradeciendo primeramente a don Isaac Mendizábal Rodríguez, también del barrio, que es Licenciado en Historia por la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, con un Máster en Gestión del Patrimonio Artístico y Arquitectónico, Museos y Mercado del Arte y actualmente doctorando en Historia, por todos los datos que me ha aportado, recogidos en sus libro “Historia de Jinámar”, que ha podido sacar a la luz nuestra historia y por su colaboración prestada de una forma altruista, para que desde aquí se los pueda transmitir, sobre este sitio en el que nos encontramos, siendo la siguiente y poniéndonos en el contexto, diremos que el nombre de nuestro barrio Jinámar, probablemente sea una palabra de origen de los antiguos canarios y vinculado a la belleza de la flora que caracterizaba al barrio.

Existen otros nombres similares tanto en Gran Canaria como en otras islas, como Tamaraceite, Tinamar en San Mateo, Ginijinamar en Fuerteventura y Jinama en El Hierro.

Como mucho de ustedes sabrán este barrio se encuentra dividido entre los municipios de Las Palmas de Gran Canaria y Telde, junto al cauce del barranco de Jinámar.

Podríamos mencionar que este barranco tiene su origen en el barranco de Las Goteras mientras que el barranco Real de Telde limita al barrio hacia el sur.

¿Sabían ustedes que Jinámar lleva habitado desde hace más de 1.500 años?, como indica el yacimiento de Los Barros, siendo el más antiguo y donde se encontró el denominado Ídolo de Jinámar.

Asimismo, nombrar igualmente a otros yacimientos arqueológicos como La Restinga, el Llano de Las Brujas, o la Necrópolis del Gallego.

La Sima de Jinámar destaca por su singularidad como cono volcánico vinculado a la historia de nuestro barrio, así como por ejemplo el suceso que se conoce como el martirio de los trece hermanos franciscanos en torno al año 1393 del siglo 14, en el que fueron despeñados y que posteriormente se recogió en las crónicas de la conquista de la isla.

Y, aunque hoy en día es muy conocida, no fue hasta el siglo pasado cuando realmente se comenzó a realizar las exploraciones a su interior, datando desde el año 1915 hasta la actualidad, donde se ha trazado un mapa topográfico del lugar.

Otro patrimonio de gran importancia, que muchos de ustedes conocerán, a cual me referiré, es a la Casa de la Condesa.

Se trata de una finca cuyo origen se sitúa en el siglo 17 hacia el año 1660 y fundada por la familia Amoreto, de origen italiana y establecida ya en la isla y que

posteriormente, debido a los diversos vínculos matrimoniales y hereditarios pasaría a estar a cargo de la familia del Castillo, conocidos como condes de la Vega Grande, donde se introdujo la caña de azúcar a partir de 1857 y es el primer lugar de la isla en el cultivo del tomate en el año 1874.

Parte de la finca fue vendida al Estado, el día 31 de diciembre de 1968, para la construcción de viviendas tal y como hoy día la conocemos.

Si continuamos en dirección hacia la autopista, que conforma la denominada GC-1, nos encontramos con una joya de la ingeniería hidráulica, como es la Noria de Jinámar, de gran importancia y vital transcendencia histórica por ser considerada por varios especialistas como el mejor pozo extractor de aguas de todas las Islas Canarias.

Se trata de una torre de 18 metros de alto y con una profundidad de 30 metros, que fue mandada a construir, en el año 1850, por el cuarto conde de la Vega Grande para la mejora del riego de los cultivos de su finca.

Aunque se rehabilitó y restauró, entre los años 2005 y 2009, para convertirse en un museo del agua, éste finalmente no se hizo.

Ya en el año 2018 el Cabildo de Gran Canaria propone que sea declarada Bien de Interés Cultural.

Volviendo a las fiestas mencionamos que se trata de una de las más antiguas de la isla de Gran Canaria siendo su origen en el siglo 16, hacia el año 1506, con adoración a la Inmaculada Concepción y mencionar que es a partir del año 1857 cuando se relacionan las fiestas con la caña dulce por ser introducida por el mismo conde que mandó a construir la Noria y que dedica parte de la finca a su cultivo.

Siguiendo por la carretera general de Jinámar-Telde nos encontramos con la Casa de los Peones Camineros, que como ya se ha mencionado, actualmente es la sede del Patronato de Fiestas, Cultura y Deportes “La Concepción y La Caña Dulce”.

Tiene su origen entre 1863-1864 con motivo de la propia construcción de la carretera general, y que estos peones camineros se encargaban de mantener, guardar y reparar, tanto en dirección hacia los centros de ciudad de Las Palmas de Gran Canaria como a Telde.

Culminando con los datos históricos, no podemos olvidar que la iglesia de esta parroquia donde nos encontramos actualmente, antaño era ermita, que construida a iniciativa de don Cristóbal García del Castillo, cuyas obras finalizaron en el año 1525 y que además, posee a la imagen de la virgen original situada en el altar del santísimo; procedeciéndo, la misma, con toda probabilidad, desde Flandes (Países bajos y Bélgica).

También debo mencionar que esta imagen fue llevada a la capital de la isla, Las Palmas de Gran Canaria, con motivo de una Bula publicada el día 8 de diciembre de 1661, por el Papa Alejandro VII, donde se declaraba favorable al Dogma de la Inmaculada Concepción y que los vecinos quisieron festejar con solemnidad aquel acontecimiento, proponiéndolo al Obispo y aceptando éste con agrado la iniciativa, al ser pionera de la isla de Gran Canaria la imagen de Jinámar, celebrando una gran peregrinación y festejos en su honor, durante una semana en la Iglesia Baja de la Catedral.

La actual imagen devocional que sustituyó a esta pieza fue adquirida en el año 1770 por el primer conde de la Vega Grande.

A lo largo de la historia este edificio de la iglesia ha tenido varias reformas, que no fueron reconstrucciones, como indica la propia placa colocada en la plaza de Jinámar, por el Muy Ilustre Ayuntamiento de Telde, siendo en cuatro fechas: 1586, 1734, 1900 y 1957-1958.

Por todo lo anteriormente descrito, estos bienes inmuebles deberían formar parte del Catálogo de Bienes de Interés Cultural del municipio al igual que las propias fiestas de la Inmaculada Concepción y la Caña Dulce, por tener una tradición arraigada y que se remonta ya a varios siglos y porque debe ser de justicia para este humilde barrio de Jinámar, compuesta por vecinos y vecinas con devoción y mucho trabajo.

Anécdotas, cultura del barrio, personas y sus comercios y los pozos:

¿Quién no conoció en Jinámar algún vendedor ambulante que iba casa por casa?, como por ejemplo Juanito el latonero, que se dedicaba a arreglar los calderos, el afilador para afilar los cuchillos y otras herramientas.

El señor que cobraba la contribución casa por casa o Ramirito el del Juzgado de Telde que venía a presenciar todas las bodas en la iglesia; el cochinero que con su mulo traía sus crías a la venta desde Ingenio.

Aquel trabajador de la finca del conde que le regaló tres veces el mismo gallo que lo cogía de la finca. Y, a la tercera vez, el conde le dijo “Yo te agradezco de todo corazón el regalo, pero ese gallo lo pones donde lo cogiste”.

Pepito “el árabe” que vendía ropa por las casas y Pepito “el de la ropa” que vendía ropa, colonia y brillantina.

Don Francisco Fleitas que vendía cupones de la ONCE y a don Lisandro Rodríguez que hacía lo propio con la lotería.

También, recordar que en estos últimos 60 años éste pueblo de Jinámar ha dado tres sacerdotes, como son:

El muy ilustre señor don Juan Ramírez Valído, canónigo de la Catedral de Canarias y Prelado de Honor del Papa, que ya ha fallecido.

Don Francisco Martel Suárez. Don José Socorro Valído.

No quiero dejar de saludar a los monaguillos que me precedieron y que alguno de ellos, están hoy con nosotros, que tan buena labor hicieron en la parroquia.

¿Quién no recuerda oír por la mañana el repique de las campanas del alba, igualmente a las 12 del mediodía y el toque de oración de las 7 de la tarde?

Así como los repiques dobles para anunciar por los fallecimientos;

¿Quién no recuerda a los monaguillos ir casa por casa para anunciar el reparto, similar a la labor que hace Cáritas hoy en día, en este mismo barrio?

¿Quién no recuerda la escuela del cura, en la casa del párroco, que daba clases por las tardes?, ¿quién no recuerda cuando la condesa mandaba traer un camión para repartir regalos a los niños que se hacía en la iglesia?, ¿quién no recuerda los enrames que se realizaban por el mes de mayo?, que se turnaban por semanas entre Marzagán y Jinámar.

Los versos y los toques de Navidad que se realizaban dentro de la iglesia; así como el día de la primera comunión, luego del acto, los niños pasaban al patio interior donde la condesa ofrecía churros con chocolate.

Para el día de los santos de los condes, los trabajadores de Jinámar, solían ir a la casa que tenían en Las Palmas de Gran Canaria a llevarles un regalo.

También es importante destacar las tiendas y negocios que existían antes. ¿Quién no recuerda a Juanito “el herrero”?, donde hoy se encuentra la farmacia, que también ejercía como dentista y sacaba las muelas con unos alicates.

El bar de Mariquita Hernández que pasaría a ser el bar Rivero con la buena carne que cocinaban para las fiestas.

La tienda de aceite y vinagre de Mariquita la majorera, tienda convertida en propiedad de la familia Hernández.

Pepito Robaina y su tienda.

La tienda de Conchita “la floría”, hoy la dulcería la Concepción.

La tienda de Jacinto Valído que era cantina y el famoso cine.

El bar Pilis con su surtidor de gasolina de manivela y lo despachaba mi cuñado don Santiago León Falcón.

El bodegón de Santiaguito León, el molino de gofio de Miguelito cuyo molinero era llamado Panchito.

La centralita de telefonía con sus 28 teléfonos que despachaba las llamadas, donde ahora está el bazar teléfono.

El Pozo y molino de don Juan Naranjo.

Las tiendas de Paquito el guardia, de Juanita Miranda, de Nivarita, de Irenita y Juanito “el Veguero”.

La tienda de Juanita Cruz.

Salvadorito Cruz barbero y ejercía de practicante y Dominguito el barbero.

La panadería de Miguelito Peraza en la Cañada de los Perros y la oficina de Correos en la carretera general.

El taxi de Pepito María, con servicio 24 horas.

El pozo de la virgen detrás de la iglesia, el pozo de la señorita Lola donde hoy está el consultorio médico.

El pozo de los indianos, el pozo de don Juan Naranjo y el pilar para el abastecimiento de agua que estaba en la calle Granada, que el guardia venía a abrir el grifo a las 8 de la mañana, pero que la gente guardaba sitio desde las 4 de la mañana.

Peticiones:

Me encuentro pregonando nada más y nada menos que las segundas fiestas más importante de la Diócesis de Canarias, una de las fiestas más antiguas de Gran Canaria y una de las más importantes de las ocho islas.

Por la tradición de cinco siglos de antigüedad, devoción que profesa el pueblo canario, vengo a pedir solemnemente esta noche proponer estas fiestas como bien de interés cultural. Así como todo el patrimonio ya mencionado anteriormente.

En el año 2025 se conmemora el 500 aniversario, por el ser el año de la conmemoración de la finalización de las obras de la ermita de la Concepción.

Que es el núcleo fundacional de Jinámar.

Por tanto, pido que para ese año se realice un acto conmemorativo por parte del Muy Ilustre Ayuntamiento de Telde y otros organismos e instituciones que deseen colaborar.

Además de que se nombre oficialmente a esta iglesia, por parte del obispado, como un santuario mariano; así como que se corone canónicamente a la imagen de la Inmaculada Concepción de Jinámar, pues es de justicia.

Himno a la Inmaculada Concepción compuesto por el canónigo de la Diócesis de Canarias don Heraclio Quintana Sánchez:

El pueblo en diciembre está de gala Jinámar desborda de ilusión y canta a María Inmaculada rezando ante su trono una oración.

De todos los pueblos de la Isla cruzando los montes y los valles los hijos amantes de María acuden a la fiesta de la madre.

BENDICE MADRE AL QUE LLEGA A ESTE VALLE DE JINÁMAR Y PIDE TU PROTECCIÓN PORQUE FUISTE INMACULADA.

SE MADRE NUESTRO CONSUELO NUESTRO AMPARO Y ESPERANZA Y CUANDO LLEGUE EL DOLOR QUE NO NOS FALTE TU GRACIA.

La caña de azúcar en la mano, llevando naranjas de alegría, marchándose van los peregrinos dejando el corazón junto a María.

Con ella se endulzan nuestras penas, es ella la madre del Señor, por eso Jinámar la proclama: bendita Inmaculada Concepción.

Agradecimientos:

Me gustaría agradecer enormemente a los presentes y a mi familia que hayan podido estar aquí para poder escucharme y por su grata compañía, asimismo, en especial, por la labor desinteresada que desempeñan, en este acto:

-Los sacerdotes de esta parroquia

-Jacinto

-Carmelo

Programa de las fiestas

Clausura:

Esperando que disfruten, declaro abiertas las fiestas, de este año 2022, en honor a la Inmaculada Concepción y la Caña Dulce, peregrinemos juntos.

¡Viva la Inmaculada Concepción!.

¡Viva Jinámar!.

¡Viva Gran Canaria!

¡Qué suene la música!

¡Qué repiquen las campanas!

¡Que estallen los voladores!

¡Muchísimas gracias!

Florentino López Castro

Florentino López Castro

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