En un parterre de la trasera de los edificios de Protección Oficial de San José de Las Longueras «Las Casas Baratas» (Telde), están viviendo un auténtico calvario con un vertido de aguas fecales que se extiende por la trasera de estas viviendas. Todo dio comienzo hace unos años cuando una vecina denuncia que tiene humedades en su vivienda y que estas son consecuencias de los árboles frutales que otros vecinos tienen en los pequeños jardines que se encuentran tras su edificio.
Para solucionar el problema el Concejal responsable en aquel momento, Mario Torres, tomó la resolución de retirar los árboles frutales y cerrar la entrada al parterre, impidiendo el acceso a los vecinos al mismo, por lo que es el único edificio que no puede acceder al huerto trasero. Una vez realizada la síntesis de lo acontecido, nos centramos en la problemática actual.
Resulta que los vecinos de este edificio se han cansado de comunicar a Aguas de Telde el vertido de AGUAS FECALES que sale del alcantarillado que se encuentra en el referido jardín. La compañía responsable del suministro de agua potable y recogida de aguas fecales de Telde, les indica que ese huerto es propiedad municipal y son ellos quiénes deben dar solución al tema. Por su parte los responsables de jardines de la ciudad les indica que esa alcantarilla es de las aguas del edificio y son los de Aguas de Telde los responsables, y a todas estas se niegan a entregarles la llaves de acceso al referido lugar para intentar buscar solución o recoger los objetos que caen desde las viviendas. Además LA MIERDA sigue aumentando su caudal y las pestilencia invadiendo las viviendas donde mayormente los residentes son personas de avanzada edad.
El Concejal delegado de Aguas, Agustín Arencibia, deberá tomar cartas en el asunto y EXIGIR a la empresa responsable retirar los vertidos fecales y mantener en perfecto uso sus conductos y registros, además deberá explicar a estos vecinos el motivo por el que continúan manteniendo el criterio arbitrario tomado por Mario Torres de castigar a estos vecinos y ser los únicos que no pueden tener el uso y disfrute de su jardín.
Arístides Rodríguez / Telde Responde
