A Yoyes la mataron los suyos

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Compárese la desigual respuesta que han tenido en las redes sociales las muertes de Rita Barberá y de Carmen Chacón para percibir el ejemplo más claro de cuál es la diferencia entre una sociedad convertida en vertedero, henchida de odio, zafia y fea, carente de valores y principios, y esa otra que, pese a todo, sublima el ideal de vida y hace trascender al mismo tiempo la pobre condición humana. Es la diferencia también entre el futuro que nos aguarda dependiendo de la base humana sobre la que éste se sustente.

La ex ministra socialista Carmen Chacón ha muerto, hay sin embargo que advertir contra la tendencia de los católicos buenistas a resaltar hasta el empalago las teóricas virtudes de cualquiera que haya franqueado la línea roja de la muerte, aunque en vida demostrase ser un perfecto canalla.

Lo que no podemos ni debemos ignorar, son las cosas que se hicieron y en las que ella participó muy activamente, y que a nuestro juicio han convertido nuestra sociedad en un espacio mucho peor que el heredado por ella. De entrada, Carmen Chacón formó parte fundamental del núcleo duro de Zapatero, un periodo de la historia española sobre el que ninguna muerte debería surtir el efecto balsámico de olvidarnos de él.

El presidente Rodríguez Zapatero tuvo 17 ministras y ninguna como Carmen Chacón estuvo tan implicada en la gran tarea de demolición social, política, económica y moral que se puso en marcha. Propuestas convertidas luego en leyes, como muchas de las aprobadas entonces, fueron impulsadas directamente por Chacón, cuya visión sectaria y excluyente de la sociedad española la convirtió en imprescindible para Zapatero.

Con ella al frente de Defensa hubo purga de los mejores mandos, los más patriotas, los más honorables. Con ella de ministra de Defensa, nombrada para el cargo por el impúdico deseo de Zapatero de ver a una mujer embarazada pasando revista a las tropas, nuestro ejército pasó a convertirse en una ONG de modistillas, con activa presencia internacional, casi siempre para apuntalar los intereses geoestratégicos del mundialismo, sobre todo en Libia y Afganistán.

Como consecuencia, se gestó una inquietante paradoja. Lo central (compromiso con la defensa nacional y fidelidad del soldado a lo que España, pese a esta democracia entreguista, representa y es), fue lo menos y lo marginal (el toque distintivo de declararse progre), fue lo de más. Sólo en ese correlato de afinidades marcado por la ideología progre pudo darse el caso de que un tipo  tan incalificable como Julio Rodríguez estuviese al frente del JEMAD.

Como muchas de sus excompañeras ministras, Carmen Chacón ya era millonaria cuando su partido dejó el poder tras una aparatosa derrota electoral. Muchas de esas ministras poseían algo en común: acusaciones de corrupción, millonarias subvenciones o regulaciones a empresas que luego les contrataron con escandalosos sueldos, cambios ideológicos radicales y sorprendentes… Confiadas en la impunidad, 12 se quedaron en España. Chacón se marchó inesperadamente a Estados Unidos.

La huida de Carmen Chacón a Miami, donde trabajó en la Universidad que dirige el conocido activista anticastrista Eduardo Padrón, le permitió mantener su sueldo de ex ministra y su fortuna a salvo, además de cobrar 50.000 euros más como profesora. El precio de su escapada no fue demasiado alto para ella: de festejar el 50 aniversario del triunfo de la “Revolución cubana” en la Casa de América de Madrid a tener que adular después a las “Damas de Blanco” o bailar al son de Gloria Stefan, el ídolo de musical de los exiliados.

Cuando Chacón fue ministra de Defensa dio el visto bueno a la residencia de cinco nietos de Fidel Castro en España: Mirta María Castro, que logró plaza de profesora de Matemáticas en la Universidad de Sevilla, fue la primera de ellas. Casada con el también profesor Rafael Espinosa, tiene 3 hijos y el primogénito se llama Fidel Espinosa Castro en honor de su abuelo. El hermano de Mirta, Fidel Antonio Castro, también fue becado por la Fundación Botín y por el Gobierno de Cantabria para estudiar informática en San Sebastián, para lo cual logró valerse de enormes influencias.

Por último, el también nieto José Raúl Castro estudió el doctorado en la sede del CIC de Isla de la Cartuja (Sevilla) también con 16.000 euros de beca oficial española. Todos ellos pasaron los inviernos en España y los veranos en Cuba, disfrutando de residencias oficiales u oficiosas del régimen. Por último, otro nieto llamado Guido Castro vivió en Salamanca, donde estableció su residencia y regentó una empresa de informática. Su hermana Lydia Amalia Castro también fue becada por el Gobierno de España en el Centro de Estudios de la Real Academia Española de la Lengua en Madrid.

No nos olvidamos tampoco de la Carmen Chacón con mando en plaza dentro del socialismo catalán durante la barrosa etapa del tripartito, preludio del lodazal separatista que nos anega a diario. Ni tampoco de “menudencias” tales como las manifestaciones del exalcalde socialista de La Coruña, el católico Francisco Vázquez, acusando a la abortista Chacón de vetarle para el cargo dada su acendrada defensa de la vida.

Ni de cómo la empresa de su marido, Miguel Ángel Barroso, ganó el concurso publicitario de Loterías y Apuestas. Ni de que otra vez su consorte fuese denunciado por salir beneficiado con la adjudicación de un contrato del servicio de información de la Dirección General de Reclutamiento y Enseñanza Militar cuyo coste alcanzó los 394.307 euros.

Ni de sus obsesiones guerracivilistas. Ni de que la ideología de género, con todo el cúmulo de suicidios y arbitrariedades judiciales, la tuviese como una de sus más ardientes defensoras. Ni de su participación directa en las turbias primarias de su partido, con ella de perejil de todas las salsas.

Pero sobre todo, no debería hacernos olvidar que Carmen Chacón formó parte de un Gobierno que dejó al país patas arriba y a la economía patas abajo, con cinco millones de españoles recorriendo a las ayudas sociales.

Ese Gobierno de indigentes intelectuales y morales, que en la hoy fallecida tuvo una de sus más sólidas columnas y a uno de sus más proclamados iconos, sembró la nación de pobres morales y materiales, de sombras humanas con apego sólo al instinto; instaló telarañas mentales en los jóvenes; esterilizó la cultura poniéndola al servicio de sus innobles ideales; enfrentó a hijos contra padres, a españoles de una idea contra españoles de otra, a mujeres contra hombres.

Promocionó a la chusma y degradó a los excelentes; llenó nuestras calles de ilegales; fomentó el odio a los católicos; encenegó la enseñanza y el modelo tradicional de familia; envenenó tanto las relaciones entre españoles que nos puso en la antesala de otro conflicto fratricida; alimentó con subvenciones a las peores hienas de la selva; hizo del ejército una opereta bufa.

Soterraró los valores y principios que tuviesen algún interés trascendental; exaltó las peores taras del individuo en la telebasura; convirtió las instituciones en un avispero de ilegalidades; denigró las creencias de muchos y confraternizó durante años con los verdugos de la banda terrorista ETA; se arrojó a los brazos de los nacionalistas sin alma e hizo del nuestro un país alimentado por el resentimiento y el guerracivilismo.

Ese Gobierno fue en definitiva una soga en nuestro gaznate que a punto estuvo de cumplir su letal función. Ha muerto Carmen Chacón, una de sus miembras, según la discutida definición de Leire Pajín. Respetamos su muerte, igual que ella respeto a los españoles, pero no lo que representó políticamente mientras permaneció con vida. Incluso pedimos a Dios que tenga la indulgencia de la que ella careció con los españoles que no pensaban igual o a los que nunca se les dio el mismo derecho a nacer que Carmen Chacón en cambio sí tuvo, aunque ya venía averiada de origen.

¿Perdonar y olvidar? Ni somos Dios ni tenemos alzheimer.

Doramas

Florentino López Castro

Florentino López Castro

2 comentarios en «A Yoyes la mataron los suyos»

  1. Doramas es usted el claro referente de Amanecer Dorado o como diría mi padre, representa usted lo más rancio del cutrerio nacionalcatolicismo. No soy instruido como usted, bueno eso se cree por tener licenciatura y una carrera sesuda, pero denota que ira en sus escritos y sobre todo, que pobre y solo está usted, sus documentos le delatan, es de psiquiatra, en fin, cada cual con lo suyo, pero para este camino usted se ha lanzado a la piscina, igual deberíamos traernos a sus amigos los pederastas, los usurpadores del poder, los que hacían jabon de sus enemigos, en fin, usted se retrata solo y lo único que me queda es que por muy docto que usted sea, y no digo que lo sea, flaquea en lo esencial, usted pasó por la universidad pero ella por usted no, me remito a tanta y tanta soflama que escribe, para curarnos en salud será mejor que no le hagamos caso a no ser que pretenda que correligionarios suyos vuelvan otra vez a carga y volvamos a la época del holocausto.

    Atentamente Pandora

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  2. ¿Abrimos la caja de Pandora?, vale. En diez lineas se ha despachado usted a su gusto. Lo mismo habría dicho, si hubiera utilizado 140 caracteres como en Twitter. Todo lo que usted manifiesta, o intenta querer manifestar, tiene una respuesta de más de 140 caracteres, para que le entre, en su mente, la claridad del verbo.

    ¿Cree usted en la democracia?, yo, sí. ¿Cree usted en la libertad de expresión?, yo, sí. Por lo tanto, debe usted de aceptar lo que yo escribo, otra cosa muy diferente, es que esté de acuerdo, o no, eso es otra historia, pero, a la cual, le admito, que tiene usted todo el derecho del mundo.

    Si decir la verdad, a usted le molesta y cree que es una soflama e ira, solo tiene que mirar la hemeroteca y decirme en donde miento. En cuanto a compararme con los griegos, le aseguro que esos están muy a mi izquierda, así que imagínese mi ideología.

    En cuanto, a si mis correligionarios deben de volver, le aseguro, que nunca hemos estado, y valgame Dios, si algún, día entramos en el juego politico. Además, yo hablo de realidades actuales y usted me dice, que eso es rancio, cuando lo único rancio en sus palabras, son el volver como siempre al pasado. Está claro que sin ése pasado, usted y los suyos no son nada. Le recuerdo, que Franco ya es historia, déjelo en paz y miré delante suyo, que tiene mucho que ver.

    En cuanto a esos pederastas, que dice usted son amigos míos, ya se que lo dice por que desea hacer daño, lo deja caer y ahí queda, le recuerdo que los únicos pederastas, que no es que conozca, pero, que veo en ésta isla, son esos políticos de izquierda, que han secuestrado menores a sus familias, para ponerlos bajo su custodia y que posteriormente han permitido que sean violados y prostituidos. En la red los puede encontrar como el caso de las 18 LOVAS.

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