Créanme, no es fácil escribir sobre una persona a la que se quiere, aprecia y valora como me sucede con el inolvidable Andrés Falcón. Vecinos durante muchos años, siempre resultó muy sencillo entenderse. Es más, nunca, jamás, se mostró indiferente o malhumorado sino que en todo momento se interesó por procurar que todas los que le rodeaban se sintieran bien y que estuvieran de la mejor forma posible. Ameno, divertido, honesto, humilde y honrado. Encontrarte con él suponía una parada obligatoria porque sabía qué decir y cómo hacerlo. De hecho, costaba no estar de acuerdo con sus planteamientos ya que era sensato y coherente. De modo que con su sencillez conservaba unos valores exquisitos.
Procedente de una gran familia de Telde, el cariño del que se han hecho justos acreedores no se reduce solo a nuestro municipio. Casado con Yolanda Suárez, formaron una familia envidiable. No obstante, sus tres hijos, Antonio Miguel, Andrés y Yolanda, han aprendido muy bien las enseñanzas de unos padres que siempre han sabido anteponer la bondad y la humanidad a cualquier pretensión. Porque, por muy imperfectos que seamos, los dos aprendieron a vivir con ello y les han dado, nos han regalado, lo mejor. De ahí que solo pueda tener palabras de agradecimiento para ellos.
Miembro del Club de Leones de Telde, entre otras muchas consideraciones, sé que, sobre todo, pertenecía a ese distinguido club de personas de palabra.
¡Ni siquiera tenía que firmar un acuerdo porque lo que decía lo cumplía! Algo que suena a una melodía como pocas porque, por mucho que nos pese, ya no quedan tantas personas así.
Y es que hablar de Andrés Falcón y no referirse a la música es como obviar una parte esencial de su naturaleza. Es más, a buen seguro, gran parte de los habitantes de Telde tienen en sus casas instrumentos, desde timples a guitarras, que salieron de sus manos.
A su adorable familia, a nuestra querida ciudad de Telde, mi más sincero pésame. Descansa en paz, amigo. Por encima de cualquier virtud, siempre te recordaremos tal y como fuiste, un buen hombre.
Carmelo Santana Peña en La Provincia-Dlp
