Del primer año de Gobierno en Telde podemos decir que aquí todo el mundo quiere mandar y no trabaja nadie. Luego pasa lo que ha pasado. Gobernar con los sectarios de NC es complicado, eso es un catecismo, no van a cambiar nunca, va en los genes. Los socialistas están cansados de las injerencias y están viendo venir lo que se les viene encima, un ERE, un Ayuntamiento intervenido y 350 funcionarios a la calle. Es el problema que tiene el PSOE en estos momentos y como tienen un pacto a nivel nacional, tienen que tragar. Alejandro es joven y se volverá a presentar ¿Qué va a decir entonces? ¿Qué no han hecho nada en el Gobierno? ¿Qué son responsables de un ERE? ¿Qué hay un Ayuntamiento intervenido?
El PSOE dirá, nosotros que hasta ahora hemos estado dormidos porque no tenemos oposición ¿Vamos a aguantar a Más por Telde y toda su gente disparando contra un Gobierno impopular y en minoría? Alejandro se preguntará ¿Y yo qué hago aquí?, así que se podría postular perfectamente como alcalde en cualquiera de las combinaciones que se manejan estos días. No ha existido un solo partido en la historia que haya gobernado con Nueva Canarias que no haya sido destruido. En un nuevo Gobierno, Alejandro puede ser alcalde perfectamente…
Una ciudad con más de 100.000 habitantes (gran ciudad), está obligada a garantizar un grado de prestaciones mínimas. El bienestar social se plasma en el día a día, y el gobierno de Telde es incapaz de integrar a los ciudadanos en la vida municipal. Hay que poner en marcha campañas activas y dinamizadoras, proyectos que sean capaces de generar el interés de la población y de un órgano de seguimiento por parte de los partidos (gobierno y oposición).
Conclusión, llevamos un año de Gobierno en Telde y la falta de liderazgo municipal es más que patente, la Institución no genera confianza ni tiene estabilidad. Una cuestión vital para una ciudad de más de 100.000 habitantes que necesita generar recursos para que los inversores apuesten por la misma, los poderes económicos inviertan y poder rebajar la escalofriante cifra de parados que la desangra.
Las grandes economías, funcionarios, colectivos ciudadanos, etc… piden tener un referente, un líder, una cabeza a la que poder dirigirse teniendo la seguridad que esa persona sea resolutiva con los temas que le plantee él inversor, no que le tengan deambulando por la ciudad, pero la desconfianza que anida en el Gobierno, la hace imposible.
En Telde cada uno es un mando y va a los suyo. La ciudad no debe consentir esto. El propio funcionariado, los colectivos ciudadanos, el mundo empresarial, ven cada día la falta de una opinión pública única que genere entusiasmo y esperanza. Telde no se merece la apatía que reina en este Ayuntamiento. El estado de las cosas hace que la opinión casi generalizada de la ciudad, es que es un caos. Si con tan solo 365 días de Gobierno ese es el estado ¿Qué pasará de ahora en adelante?
Sebastián Henríquez Valido, presidente de Roque de Gando
