Durante años —y elecciones—, nos han repetido como un mantra que era fundamental tener diputados canarios en el Congreso de los Diputados dentro de los grandes partidos estatales. Que si “para que Canarias tenga voz en Madrid”, que si “para que se escuchen nuestros problemas”, que si “para no depender de partidos minoritarios que solo piensan en su isla”. Y resulta que, cuando llega la hora de la verdad, esos mismos diputados no levantan la voz, ni la mano, ni una ceja. Simplemente votan lo que les dicen desde la sede central del partido. Madrid manda, Canarias obedece.
La última prueba fue la reforma de la Ley de Extranjería. Aquí en las islas, el presidente regional del PP se desgañita apoyando la cogobernanza en la acogida de menores migrantes, no sea que Coalición Canaria le quite el bastón de mando. Hace discursos conciliadores, se hace fotos solidarias, y hasta parece que ha entendido que Canarias no puede sola con la crisis migratoria. Pero luego, en Madrid, sus diputados votan en contra. Como si lo que ocurre en Arguineguín o en El Hierro les quedara tan lejos como Siberia. ¿Dónde quedó eso de defender a Canarias?
Y lo más grotesco: votan en contra de lo que votó Coalición Canaria, su socio de gobierno en Canarias. O sea, que en Canarias se reparten los cargos juntos, pero en Madrid se dan la espalda. ¿Y los canarios? Viéndolo todo como si fueran extras de una mala serie política.
¿Para qué sirve entonces tener diputados canarios del PP, del PSOE o de VOX si, llegado el momento de votar algo que afecta directamente a nuestra tierra, hacen lo que diga la dirección nacional? Sirven para seguir calentando escaños, para sacar pecho en las campañas, y para quedarse mudos en las votaciones clave. Lo que es representar, representar… mejor llamarlo obedecer.
Es momento de que el pueblo canario despierte de esta ilusión estatalista. Ni el PP ni el PSOE ni VOX nos van a dar prioridad si no les da rédito en el resto de España. Porque no están aquí para defender Canarias, están aquí para sumar votos a Madrid. Y ya basta.
Si queremos que nuestras necesidades estén sobre la mesa del Congreso con algo más que palabras vacías, hace falta un grupo parlamentario propio canario, como tienen Cataluña o el País Vasco. Un bloque que no se disuelva en la disciplina de partido, sino que ponga por delante las necesidades de estas islas. Si eso pasa por reforzar a Coalición Canaria o a quien de verdad defienda estos intereses, que así sea. Pero seguir confiando en diputados que se ponen la camiseta de Canarias para la campaña y luego se la quitan en la votación, ya no cuela.
Canarias necesita menos obedientes y más valientes.
Juan Santana, periodista y locutor de radio
