La ciudad de Telde podría estar a las puertas de desbloquear uno de sus asuntos más estratégicos y postergados: la modernización de su Plan General de Ordenación Urbana (PGOU), vigente desde el año 2002. En el encuentro ciudadano que organiza Semanalmente los viernes en San Gregorio la plataforma “Tertuliando desde la resistencia” en Telde, el exalcalde Paco Valido lanzó una propuesta pública e inesperada al actual grupo de gobierno local: “iniciar, tras 23 años de parálisis, una revisión profunda y consensuada del modelo urbanístico del municipio”.
La iniciativa de Valido, que fue alcalde de Telde entre 2003 y 2006, fue recibida con sorpresa pero también con esperanza. Ante una veintena de ciudadanos, activistas y representantes de diferentes sensibilidades políticas, el exregidor municipal dejó claro que su propuesta no obedece a intereses partidistas sino a un compromiso personal con la ciudad: “El Plan General debe estar por encima de cualquier rivalidad. Si Telde quiere avanzar, necesita actualizar su marco urbanístico.
El PGOU vigente, aprobado en el año 2002, refleja una realidad territorial, demográfica y económica que ya no existe. En estos 23 años, Telde ha cambiado profundamente: ha crecido en población, ha diversificado su economía, ha consolidado zonas residenciales como La Estrella, La Pardilla o Marpequeña etc, y ha visto cómo otras áreas, como Jinámar o el casco histórico de San Juan, necesitaban de nuevas estrategias de ordenación, rehabilitación y movilidad.
A pesar de los múltiples intentos de revisión que distintos gobiernos municipales han anunciado en este tiempo, todos ellos han fracasado o quedado truncados. Ya sea por falta de voluntad política, recursos técnicos, conflictos con el Gobierno de Canarias, presiones urbanísticas o simples diferencias internas, la modernización del PGOU ha sido el gran expediente pendiente de la política municipal teldense.
Durante su intervención en “Tertuliando desde la resistencia”, Valido propuso como primer paso la creación de una “mesa técnica y política plural”, que integre a expertos en urbanismo, representantes del gobierno y de la oposición, así como portavoces vecinales. El objetivo sería generar un diagnóstico realista de la situación urbanística del municipio y definir las prioridades de la nueva planificación.
“Esto no se trata solo de cambiar mapas o recalificar suelos. Se trata de definir cómo queremos que sea la ciudad en 10, 20 o 30 años. Y eso solo se puede hacer escuchando a todos los sectores sociales”, insistió el exalcalde Paco Valido.
Aunque el gobierno municipal que encabeza Juan Antonio Peña no ha emitido una valoración oficial sobre la propuesta, fuentes cercanas al alcalde han reconocido que el gesto de Valido ha sido “sorprendente, valiente y digno de tener en cuenta”.
Desde la oposición, algunos concejales han valorado positivamente la posibilidad de abrir un espacio de diálogo sobre el PGOU, aunque han advertido que “no basta con buenas intenciones: hay que establecer una hoja de ruta, dotar recursos y garantizar la participación real”.
Analistas locales coinciden en que el acercamiento entre figuras políticas que históricamente han estado en lados opuestos del tablero puede abrir un nuevo clima de entendimiento en Telde, especialmente si se logra despolitizar el debate urbanístico.
Los ciudadanos presentes en “Tertuliando Para la Resistencia” mostraron interés en que la propuesta no quede solo en una declaración pública. Algunos vecinos expresaron su deseo de que el nuevo PGOU tenga en cuenta la vivienda asequible, la protección del paisaje, el desarrollo equilibrado entre la costa y el interior, así como mejoras en movilidad, sostenibilidad y equipamientos públicos.
“Llevamos años esperando que Telde se planifique con visión. Hoy vivimos con normas urbanísticas del siglo pasado. No es normal”, comentó uno de los asistentes.
Actualizar el PGOU no será un camino corto ni sencillo. Implica estudios técnicos, evaluación ambiental estratégica, consultas ciudadanas, coordinación con el Gobierno de Canarias, y sobre todo, consenso político. El proceso puede extenderse entre tres y cinco años, pero dar el primer paso resulta ahora más urgente que nunca.
El gesto de Paco Valido, en un espacio ciudadano y no institucional, podría ser la chispa que reactive un debate esencial para el futuro de Telde. Si el gobierno local decide acoger la propuesta, se abre una oportunidad histórica para superar años de bloqueo y mirar al futuro con una nueva hoja de ruta.
Desde la propia organización del encuentro, “Tertuliando desde la resistencia en Telde”, subrayaron que este tipo de iniciativas son el ejemplo de por qué nació la plataforma: para colaborar en la solución de todo aquello que los ciudadanos de Telde desean ver resuelto. “Siempre tenderemos la mano para lo que se necesite, dejando atrás las trifulcas políticas. Estamos en unos tiempos en los que la política está totalmente enfrentada, y así no se arregla nada. Solo se solucionan los problemas tendiendo la mano, y “Tertuliando desde la resistencia” está en eso”, concluyeron los organizadores, apelando al diálogo como única vía para construir ciudad.
Con este cierre, el acto no solo puso sobre la mesa el tema urbanístico, sino que también dejó claro que Telde necesita espacios de encuentro, propuestas valientes y voluntad real de colaborar por encima de las diferencias.
En “Tertuliando desde la Resistencia” en San Gregorio en Telde se habla (y no se calla): Telde, entre el drama político y la comedia costumbrista
Se comenta entre cortado y cortado en San Gregorio que la política en Telde ha decidido dejar de competir con la realidad y empezar directamente a escribir guiones para Netflix. La ciudad vuelve a ofrecernos un capítulo que es pura fantasía: mezcla explosiva entre House of Cards y La que se avecina, con ese toque canario inconfundible que lo hace todo aún más surrealista.
Esta vez no hablamos de una moción de censura (aunque ganas no faltan) ni de un escándalo urbanístico made in Telde (que ya sería lo típico). No. Lo último que sacude el tablero político es un culebrón interno en el partido Más por Telde. Uno de sus concejales, aparentemente más nervioso que una cabra en un garaje, está a punto de dejar el partido… pero, ojo, sin soltar su sillón en el gobierno. Y, por si fuera poco, se le ha visto en visita protocolaria a Doña Rosa. Nada como saludar al pasado mientras decides si te quedas o te vas. Lógica política en estado puro.
¿Y qué hace el grupo de gobierno ante este panorama? Pues tambalearse, claro. El alcalde Juan Antonio Peña ya debe estar buscando calzos para esa mesa coja que es su pacto. Y en lugar de reforzar la estructura, ha optado por un clásico familiar: llamar a la prima lejana con la que nadie hablaba. Así, entra en escena Esmeralda Cabrera, de VOX. Sí, la misma que hace nada tenía los papeles de Gestel listos para la Fiscalía y hoy, según se rumorea, podría estar negociando despacho con vistas al parque Franchy Roca. ¿Coherencia? ¿Eso se come?
Porque si pierdes un socio, lo normal es buscar otro que esté en la otra punta ideológica. Total, qué más da el proyecto político si lo importante es llegar a los números. ¿Mayoría? ¡Por supuesto! ¿Estabilidad? Eso ya, que lo gestione el karma.
La situación recuerda al dicho: “si no puedes con tus problemas internos, tápalos con una cortina de humo y que siga la fiesta”. Aquí se prefiere el parche rápido, como en una guagua vieja que no pasa ITV desde la época de Paco Santiago.
Y lo mejor (o lo peor, según el humor del día) es que esto aún no acaba. Telde está a medio guion de su telenovela institucional. ¿Habrá más sorpresas? ¿Se irá otro concejal en mitad de una rueda de prensa? ¿Veremos a Más por Telde fiscalizando al gobierno que ellos mismos sostienen? Todo es posible. En la política teldense, la realidad no solo supera la ficción… la escribe.
Y lo hace, eso sí, sin apagones. Por ahora.
Canarias Informativa