Hubo un tiempo en que quien disentía de la línea de un partido, lo criticaba y se mandaba a mudar rumbo a su casa. Después llegó la época de los tránsfugas, «el acta es mía» y me voy al mixto o a los «no adscritos» porque sí. Teodoro y sus huestes han llegado para «renovar» el concepto de tránsfuga y hacer «que todo valga» con tal de «regenerar» hasta el arte de medrar sin vergüenza maldita. Son el plan » Renove» de los caraduras.
Andan los ahora llamados «partidos independientes», que hasta hace seis meses lo eran también de Nueva Canarias, en una especie de «desconexión» en diferido y consecutivo, que no deja de sorprender a todos. Es como un divorcio en donde una de las partes quiere seguir «viviendo» en la casa común, hablando mal del cornudo y trayendo nuevos novios a casa. Pongámoslo al revés, por aquello del lenguaje de género: «voy a seguir viviendo de lo que me diste y voy a buscame nuevas novias porque soy el nuevo machote del lugar», el que dice tener todos los votos por su línda cara.
Y aquí es donde esto de la «desconexión» chirría, donde la disidencia se vuelve golfada, donde el no tener vergüenza maldita choca frontalmente con lo que conocíanos por «renovar». Teodoro I, alias El Renovador, cansado del liderazgo omnipresente de su reverso, Román Rodríguez, el eterno, argumenta que los votos de Gáldar son de él y de paso los de Arucas, San Bartolomé de Tirajana, Sta Lucia, Teror y otros » desconectados», eso sí, nada independientes porque se presentaron con las siglas de NC. A todos ellos recibe en su despacho de alcaldía y allí mismo firma que «su enchufe» a Nueva Canarias sólo será económico, con nómina y disponiendo de centenares de millones de euros de fondos públicos para gastar a capricho de él o el de un Antonio Morales que se pretende inmaculado en esta vergüenza.
Pero sigamos con las andanzas de estos «desconectados». Resulta espeluznante observar cómo pretenden pasar por «normal» y hasta un «acto responsable» este » querer mantener sus puestos de gobierno en el Cabildo» En caso como el del «personajes» García Brik, consejero hoy e integrante de la candidatura desde hace 6 años por «obra y gracia» de Román Rodríguez y la cuota de poder correspondiente a Las Palmas de Gran Canaria, asamblea «no díscola’, la cosa es de traca. Por tanto lo de Brik es hasta peor: pasa de lo que piensa su asamblea, sus votantes y se queda con el sueldo, bastón de mando y presupuesto. No se debe más que a él mismo.
Qué decir de otros personajes como Samuel Henríquez o Mercedes Rodríguez, ambos elegidos concejales por NC en San Bartolomé de Tirajana y en candidatura por decisión unipersonal teledirigida por Carmelo Ramírez. Ahí los tienen, con la Roma que paga traidores, con el sol que más calienta, pero con la negativa expresa de Onalia Bueno de que, en la «nueva aventura», no cabrán.
Vamos con los «desconectados» de Agúimes. Esos además lo hacen también de su supuesta moral de izquierdas y de principios y bla, bla,bla. Antonio Morales, el otro líder con más de 40 años en el tinglado, renovador no renovado, da las órdenes a su delfín, un Óscar Hernández, que sabe que Roque Aguayro perderá las próximas elecciones locales, quiere ser consejero de un próximo gobierno de CC con el PP y también opta por «regenerar» sus intereses.
Hace unos días, se anunciaba que la alcaldía de Gáldar dispondrá de 950.000 euros para la publicidad institucional para los próximos cinco años. Si sumamos el acceso a la caja de caudales del Cabildo que tiene Teodoro Sosa, ya podemos intuir porqué los medios de comunicación (¿?) de la isla, no han llamado aún tránsfugas a tanto «renovador caradura». ¿A que para las próximas navidades de Gáldar y Mogán hay dinero para montar una Disneyland?. Y mientras todo el mundo…en la nube. También la de un estadio que es otro caro capricho de estos «nuevos ricos».
No son renovadores, ni regeneran nada. Son unos caraduras….y tránsfugas.
Fuente: hijosdecanarias.com