La génesis de la retirada de las primarias, de la consejera de Coalición Canaria, Gloria Cabrera, por problemas de salud, habría que buscarla en la reunión de más de 100 cargos de esta formación política el pasado sábado en Santa Cruz de Tenerife para debatir sobre políticas del municipalismo.
Fue venir de esa reunión de cargos públicos y “convencieron” a Gloria Cabrera de que debía retirar su candidatura, en favor de María Fernández, diputada en el Congreso desde mediados de la actual legislatura, que cuenta con el apoyo de Pablo Rodríguez, secretario insular.
Curiosamente recae en su dolencia cardiaca según regresa de Santa Cruz de Tenerife, donde me temo le dirían que se hiciera a un lado y ella -chica obediente- así lo ha hecho.
No tengo ningún argumento de peso, ni ningún certificado médico, para dudar de la palabra de Gloria Cabrera para bajarse de la guagua de Las primarias en marcha, pero huele todo muy mal.
Cabrera, secretaria nacional de Acción Municipal de CC, había presentado sus avales, concretamente 513, iba viento en popa y había superado con creces el mínimo exigido” para avanzar hacia el siguiente paso en el proceso democrático y que recoge la normativa que lo rige. No se que pensarán los 513 militantes que apoyaron a Cabrera porque la veían como una “opción sólida” de esta rajada de la teldense.
Con el debido respeto que vuelvo a decir una vez más, me merece su decisión, me parece cobarde no reconocer que ha sufrido presiones y acogerse a sus-problemas de salud- para que nadie ose criticar su decisión.
Después de la salida tormentosa de Nueva Canarias en su momento, por temas similares, cuesta creerse esta repentina recaída, abogando a su responsabilidad y blablabla.
Una nueva batalla que gana el intrigante de Pablo Rodríguez, que metió en lisa a María Fernández desde que Gloria asomó la cabeza, ya que la teldense fue la primera en anunciar su candidatura.
No es nueva esta forma de actuar de oscurantismo y navajismo en Coalición Canaria, así han ido perdiendo credibilidad y poder en todas las islas, lo lamento por Cabrera, que le hubiera puesto los “œufs » de corbata al “niño Pablo” si hubiera decidido tirar para adelante con su candidatura.
Se olvidó Cabrera, que “Más vale honra sin barcos que barcos sin honra” la frase estaría dirigida por Méndez Núñez a las marinas de guerra inglesa y estadounidense como respuesta a su amenaza de atacarle si bombardeaba Valparaiso, tal como le había ordenado el Gobierno de España, y como efectivamente haría el 31 de marzo de 1866.
Maribel Castro Melián, directora de Canariasinformativa.com
