Al tratar temas tan sensibles como la exclusión social, algunos medios de comunicación desnudan sus propias miserias. En ocasiones el tratamiento despiadado con que dan estas noticias retrata fielmente a que poderes sirven.
Los compromisos políticos no explícitos, hacen que a menudo ciertos medios reproduzcan atropellos como el ocurrido con las veintidós personas desalojadas por Servicios Sociales del Ayuntamiento de Telde, como si en lugar de tratarse de seres humanos estuvieran hablando de tomates, sin la más mínima empatía.
Los medios de comunicación tienen una responsabilidad ética sobre lo que publican, resulta muy triste que algunos periódicos sean voceros del político de turno, y obvien la realidad social que está causando lo desnaturalizado de sus acciones.
Que algunos periódicos se conviertan en emisarios del concejal de Servicios Sociales, y pase olímpicamente del drama humano de 22 personas desalojadas del RAM del Pedro Lezcano y obligadas vivir en plena calle, dice mucho de la catadura moral de los mismos
En cuanto es visible, la pobreza escandaliza, mueve a la solidaridad, y debería mover al sistema político hacia un esfuerzo urgente de cooperación entre partidos e instituciones para avanzar en caminos de solidaridad sin estigmatizar ni mantener oculto a nadie, intentar tapar lo que está ocurriendo en Telde, recurriendo a medios afines para maquillarlo, no lleva a ninguna parte.
Quienes amamos este hermoso oficio de la comunicación, tenemos la obligación de ayudar a separar la paja del trigo para que la gente distinga quien es periodista y quien es otro cosa, aunque utilice los medios o las redes sociales para divulgar lo que le de la gana.
Maribel Castro, es redactora del M.I. Ayuntamiento de Telde
