¿CARRIL BICI EN TELDE?

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El joven de Telde, Jorge Santana Romero, Arquitecto Técnico (Universidad de La Laguna), señala que «siendo ciudadano del municipio de Telde, y viendo las carencias que presenta el mismo como ciudad deportiva, replanteé en su momento la elaboración de un carril bici en dicho municipio. Por cuestiones de salud, siempre he circulado en bici en Telde y elaboré el carril bici cuando  me cogió un coche en la rotonda del parque de pinocho y se dio la fuga el mismo, pues para ello consideré que Telde debe de disponer de dicho vial.

Se sabe de antemano que las grandes ciudades como Madrid, Barcelona, Las Palmas, etc… disponen de dicho carril, con sus aparcamientos, normas,… no solo para los usuarios que practican esta disciplina deportiva, sino también considerando una alternativa notable contra la contaminación, también para el transporte de personas al trabajo,…

No solo la juventud viene a montar en una bici, sino que daría alternativas a distintas edades para poder hacer esta actividad cardiovascular y estar mucho más fuertes con uno mismo y más saludable.

He intentado desde hace muchos años, poder ejecutar el carril bici con los diferentes concejales de Telde y todo ha sido un fracaso, no han  dado en absoluto alternativas y solo pegas. Para ello he entregado dicho anteproyecto al Ayuntamiento de Telde desde hace muchos años atrás.

El único que me ha dado una posible reunión, ha sido el actual alcalde de Telde, Héctor Suárez», señala Jorque Santana Romero.

«LA NUEVA NORMALIDAD: UNA SOCIEDAD MÁS ENCLAUSTRADA E INDIVIDUALISTA»

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Hemos escondido tu sonrisa, pero no tu mirada, que nos sigue contagiando con tu alegría.

A mi nieto Álvaro.

Hace pocas semanas comenzó el nuevo curso escolar. Un nuevo y atípico curso, cargado de dudas, de miedos…

Así, con el inicio del nuevo curso, también he retomado la tarea de acompañar a mi nieto Álvaro al colegio. Otra vez, este año, al pasar junto al busto de Juan Ramón Jiménez, que escolta la puerta del teatro que, en la ciudad de Telde, lleva su nombre, su misma pregunta: ¿Abuelo por qué no habla?  Y también mi misma respuesta: Porque es de piedra.

Pero este año la escena es diferente, porque mientras que el hombre que no habla no tiene obligación de usar mascarilla, mi nieto y yo sí debemos usarla. Tampoco el hombre que no habla ha sido confinado, ni obligado a mantener la distancia interpersonal, ni sometido a la presión psicológica del aislamiento social, entretanto que mi nieto y yo sí.

Pero todo esto al hombre que no habla le da igual. Él sigue impertérrito, sin inmutarse ante la insistente pregunta de mi nieto, sin importarle las consecuencias sanitarias, económicas o sociales de esta epidemia. Y todo porque el hombre que no habla ni piensa ni se emociona.

Los pensamientos irracionales, o no, sobre la pandemia y la presión de emociones negativas mantenidas en el tiempo, como el miedo, la tristeza el sentimiento de soledad o de indefensión, por no saber cómo actuar ante el virus cuando la información que recibimos es confusa y, a veces, contradictoria, no solo están deteriorando nuestra salud, también están cambiando muchas conductas que, hasta ahora, habían fortalecido nuestra vocación social para sustituirlas por otras que nos inducen estilos de conductas más individualistas, más centradas en el yo y menos en el nosotros.

Nuevos conceptos como el de grupo burbuja o grupo de convivencia estable en el ambiente educativo, el de teleasistencia en el ámbito sanitario, el de teletrabajo en el laboral, e incluso las nuevas formas ´Online´ de relaciones interpersonales, de ocio o de compras son ejemplos de unos nuevos patrones de conductas que amenazan con acabar con el concepto aristotélico del hombre como ser social por naturaleza, como mecanismo que le facilita la supervivencia, para convertirlo en el hombre como ser individual, que busca en las ciencias una tabla de salvación que le permita seguir manteniéndose a flote en el mar proceloso de la evolución, aunque ello le exija renunciar a una parte su condición social, que lo caracteriza como ser humano, para convertirse en otra cosa que las generaciones venideras tendrán que definir y adaptarse.

José Juan Sosa Rodríguez es Psicólogo General Sanitario

EL TELDENSE CHANO CALDERIN LE GANA LA BATALLA A LA COVID-19

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El funcionamiento jubilado, activista político social y ex tesorero del Casino La Unión de Telde, Sebastián Calderín Verona, le ha ganado la batalla a la COVID-19 tras 15 días de ingreso hospitalario. Calderín Verona es un ciudadano comprometido y un trabajador ejemplar en el negociado de Rentas que como otros funcionarios del Ayuntamiento de Telde sufrió la persecución y acoso de la secta asamblearia. Chano es un activista social con voz propia cuyas reflexiones y opiniones en medios de difusión y redes sociales generan un extraordinario interés.

Manuel Ramón Santana