Hoy he visitado a una vecina de Telde, madre de tres hijos, en grave situación de riesgo social por carecer de empleo tanto ella, como su esposo. Debido a estos acontecimientos y no haber sido nunca agraciados con CONTRATOS EN CONVENIOS por parte de ese Ayuntamiento, pese a anunciar que son por informes de Servicios Sociales, se decide a solicitar hora para ser atendida por el Alcalde de su Ciudad para que le explique el motivo de estar EXCLUIDA de esos puestos de trabajo. Acude hoy con fecha y hora a su cita, pero según nos indica la recibe quien dice ser Don Luis Alberto Martín García, asesor del Alcalde de Telde que se encuentra de viaje personal.
Hasta aquí parece normal la situación, aunque no lo sea, ya que la legislación vigente prohíbe a los asesores ejercer cualquier otra función que no sea la de «ASESORAR» a su político.
Una vez realizada la pregunta para recabar la información pertinente, le indica que «su normativa prioriza la contratación para aquellas personas que no hayan salido en medios de comunicación, y menos en Telde Actualidad, ya que esas personas forman escándalo pero no todas tienen necesidades y tampoco quienes hayan cuestionado la contratación de la anterior Asesora del Alcalde ya que tiene 16 años de experiencia»… La señora sale destrozada de la entrevista al enterarse que con el actual Alcalde nunca optarán a entrar en Convenios en Telde.
En su recorrido se encuentra con la Concejal de Podemos Rosa Vega Muñoz, quien al ver el estado en el que se encuentra le pregunta el motivo. La señora le cuenta a la Concejal de la oposición lo ocurrido, lo que indigna a la activista social a la que, otra vez, le puede su vena solidaria y de activista, antes que su momentáneo paso por la política. La Concejal la envía inmediatamente al Centro de Salud, para que sea atendida por el galeno de guardia, y se dirige a verificar la información obtenida. Cuando llega al Ayuntamiento se encuentra que efectivamente está atendiendo a los administrados, existían personas en espera, por lo que culmina inmediatamente al asesor cesar estos actos fuera de sus competencias, instándolo a dar explicaciones sobre lo acontecido. El asesor intenta minimizar lo ocurrido, por lo tanto Rosa llama a la usuaria, enferma de epilepsia, para que este personaje al menos se disculpe, todo lo contrario intenta darle la vuelta y dejarla por ignorante que no entendió la misiva. Esto produjo mayor ansiedad de la afectada.
Dada la gravedad del asunto se ha puesto el tema en conocimiento del departamento de personal del Consistorio y se tomarán las medidas oportunas para evitar este trato presuntamente vejatorio y denigrante a los administrados.
Recordemos que este asesor es funcionario de SEPE, Servicio Público de Empleo Español, por lo que imaginamos como se habrán sentidos los usuarios si esta es su forma de tratarlos.
La pregunta es: El presunto trato es por ser mujer, ‘Misógino’, o por ser pobre, ‘aporofobia’?
Arístides Rodríguez / Telde Responde / ONDA GUANCHE