Rafael Yanes y su adjunto, Felipe Afonso, se reunieron ayer con un grupo de vecinos del barrio de medianías. Les transmitieron la escasez de servicios básicos con los que cuentan. La institución tomó nota y pedirá ahora al Ayuntamiento de Telde un informe sobre la situación del núcleo.
Rafael Yanes, Diputado del Común, confesó este jueves que estaba «impactado» por la carencia de servicios tan básicos con los que sobreviven los vecinos de La Solana, el barrio de las medianías de Telde, a medio camino entre La Higuera Canaria y San Roque (Valsequillo), que ha emprendido una campaña de protesta por el pésimo estado de sus calles, sobre todo las secundarias. Yanes hizo estas declaraciones apenas unos minutos después de recibir y reunirse durante más de una hora en la sede de esta institución con un grupo de vecinos de La Solana. También estaba el adjunto del Diputado del Común, Felipe Afonso El Jaber.
El organismo que preside Yanes decidió actuar de oficio y abrir un expediente a raíz de las deficiencias de las que se estaban quejando públicamente estos residentes. Y para conocer de primera mano su situación, les convocó ayer a una reunión en la que los afectados le comunicaron que arrastran desde hace años problemas en materia de abasto, asfaltado, alumbrado público, saneamiento, servicio de recogida de basura, limpieza de vías o carencia de infraestructuras públicas y de ocio.
«Me quedé impactado porque me cuesta creer que en pleno siglo XXI haya un barrio que solo tenga acceso al agua de abasto un día y medio a la semana», apuntó Rafael Yanes. Solo se les suministra desde el mediodía del lunes a la madrugada del miércoles, precisaron algunos de los vecinos, de ahí que todos se vean en la obligación de contar con aljibes. Ese día y medio abren las llaves y los llenan. Luego han de sobrevivir con lo almacenado durante la semana.
15 días de plazo
Explicó Yanes que lo primero que hará ahora la institución será dirigirse al Ayuntamiento de Telde para solicitarle un informe sobre la realidad de los servicios que presta en La Solana. Formalmente se le da un plazo de 15 días, aunque lo habitual es que se le dé cierto margen para que arme el expediente y aporte sus dictámenes. En función de lo que conteste, y si confirma las deficiencias denunciadas, el Diputado del Común le hará una serie de recomendaciones que suelen ser atendidas y ejecutadas.
En todo caso, explicó que, de no contestar, se le requerirá varias veces y se le recordará que tiene el deber legal de responder. Y de no hacerlo, se le declararía obstruccionista en el boletín oficial. En casos concretos, el asunto puede incluso acabar en la Fiscalía si el servicio jurídico advierte indicios de delitos de algún tipo.
Los residentes de La Solana entregaron por el registro de esta institución dependiente del Parlamento de Canarias un completo dossier con la relación de sus problemas, los escritos presentados para denunciarlos y hasta un censo del número de residentes, empresas y explotaciones agrarias y ganaderas radicadas en el pago. En total, hay 223 habitantes censados, que se duplican durante los fines de semana y las vacaciones.
En ese documento informaron del pésimo estado del firme en las tres únicas calles del barrio que dependen del Ayuntamiento, que son Roble, Cuesta San Roque y Lomo del Rayo, además de otros dos accesos terciarios que no tienen nombre. Reclaman un asfaltado completo, no un simple rebacheado, como el de días atrás. La última capa de asfalto en la calle Roble data de 2006, y la última limpieza en esas tres calles es de 2017.
Aparte del mal servicio de abasto, el alcantarillado es deficiente en Lomo del Rayo, con muchos vecinos obligados a tener pozo negro; hay déficit de puntos de luz, que, para colmo, tienen falta de mantenimiento; y solo cuentan con servicio de recogida de basura en la carretera general, la GC-810 (el Ayuntamiento alega no tener vehículos para las calles estrechas). Tampoco disponen de parques ni locales públicos donde reunirse. El colegio lleva más de 20 años cerrado y solo se abre para las elecciones. Y el único lugar de juego de los chiquillos es el cauce del barranco, también abandonado. Tampoco tienen aparcamientos ni apartaderos para las vías estrechas.
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