El empresario Luciano Navarro idea una app para regular las piqueras y evitar que la licencia tenga que esperar en ellas a los clientes En una parada de taxis los coches se sitúan en riguroso orden de llegada. Cuando llega un cliente, corren los turnos. El que está delante sale el primero. El que está detrás pone en marcha su vehículo y lo coloca en la zona de salida, donde estaba el otro. El de detrás repite la operación. Y así todas las licencias que están en la piquera.
Este sistema se hace tantas veces como taxis haya en la parada. El gasto en combustible y el daño al medio ambiente se hace evidente. Pero un empresario de Telde, Luciano Navarro, ha ideado una app, Turno taxi, que busca acabar con este dispendio. El taxista ya no tendrá que esperar turno en la parada, ni, por tanto, arrancar y parar el coche tantas veces.
Navarro se dio cuenta de este problema en una de sus visitas a Fitur, en Ifema (Madrid). Fue en 2012. Allí las filas de vehículos que esperan clientes son kilométricas, de 30 o 40 coches. Y pudo apreciar lo que supone la llegada de un usuario a la parada: un trajín de motores, ruido y humo. Entonces empezó a darle vueltas a la cabeza y se le ocurrió idear para las paradas de taxi un sistema como el de los tickets en los puestos de la pescadería o de la carnicería del supermercado, solo que con tecnología digital.
Eso es justo lo que procura la app de Luciano Navarro, un mecanismo ya patentado por el que cada taxista pide su turno en la parada que desee y que le irá informando puntualmente de cómo se va corriendo su plaza. Es decir, que el taxista no tendrá que estar físicamente en la piquera para esperar al cliente. Para hacerlo posible, en cada parada han de quedar libres las dos o tres plazas situadas en la cabecera. La licencia, una vez sabe que llega su turno, llega y se coloca en uno de esos puestos libres. Además, la app dispone de un temporizador regulable que permite fijar un tiempo máximo para guardarle la vez al taxista. Pasado ese tiempo, si no ha llegado a la parada, salta el turno al siguiente.
Navarro se ha reunido con taxistas y le han informado de que en un día pueden arrancar y parar un coche en una piquera un promedio de 100 veces. Según sus cálculos, equivale aproximadamente a un litro de combustible, o lo que es lo mismo, a una emisión de 2,6 kilos de CO2. «Todo esto conlleva rotura de motores, cansancio físico del taxista…».
Dado que en España hay más de 70.000 taxis, cada día se gastan así 70.000 litros de combustible y más de 182.000 kilos de CO2. Para Navarro, este impacto medioambiental es evitable y, además, ahorraría al taxista una media de 60 euros al mes.
Asegura que se ha gastado casi 40.000 euros en esta app y que lleva años presentando su proyecto a políticos de todas las ideologías e instituciones y nadie nunca le ha respondido. Tiene claro que a los gobernantes no les interesa el medio ambiente.
Ahora ultima una prueba piloto con las cooperativas de taxistas de Telde. Y piensa llevar su idea a la península.
Canarias7
