El refrán dice “Dime de qué presumes y te diré de qué careces”, define esos casos en los que un político se atribuye una virtud, pero no tarda en dar señales que contradicen eso mismo que pregona. En este caso, lo “promocionado” es algún rasgo político que la persona se adjudica a sí misma.
Actualmente, las redes sociales y los medios digitales, vienen a ser un auténtico catálogo de éste mecanismo. A veces parece, que hubieran sido diseñadas precisamente para que cada persona pruebe ser “algo” en política, que probablemente no es.
Exhiben fotos sonrientes, aunque no estén tan feliz como quedó retratado, pero su “book” político las necesita, además que como no les cuestan nada, que lo pagamos los de siempre, venga, a “disparar con pólvora del Rey”.
Presumen de sus viajes, sus nuevos «trabajos», sus conquistas sociales, pero algo habrá de incierto en ello cuando necesitan que otros se lo reconozcan. Claro que, mientras les de comida a esos “otros”, todo va estupendamente, hasta que alguien no reciba lo pactado y se rompa la cadena, que es el caso actual.
Presumen de ser algo que no son o de pensar algo que no piensan y para poder sostener este auto-engaño tienen que estar alerta todo el tiempo. Esa alerta, la consiguen con toda esa «nube negra de asesores», que no son más que los últimos amiguetes, los que han pasado por la oficina de empleo del partido en cuestión, en éste caso de NC, más conocidos por estos lares como los «NUEVOS CANALLAS»
Vigilarse constantemente y probar a cada rato que no eres merecedor de ninguna sospecha. La situación puede volverse agobiante, porque el deseo reprimido retornará una y otra vez, te sentirás asediado por él. En ese afán por poner bajo control el deseo inconsciente que no quieres aceptar, es posible que llegues a experimentar una gran dosis de angustia.
Se puede generar una enorme tensión interior, entre aquello que puja por expresarse y el enorme esfuerzo que debes hacer para “mantenerlo a raya”. Lo que delata la existencia de ese mecanismo de presumir justamente de lo que careces es el hecho de que hay “un plus” en tal actitud.
“Todo hombre tiene tres variedades de carácter: el que realmente tiene, el que aparenta, y el que cree tener”. Presumir en exceso de ser, lo que no eres, te ha llevado a ser puesto en la picota o patíbulo político. Te ha llegado la hora en la que deberás enfrentarte a tus miedos y contra tus actos, eso es como el juicio de Dios, pero con sentencia previa.
Después de ser alcalde electo del municipio de Agüimes desde 1987 y 2015 (VEINTE Y OCHO AÑOS), no puedes ir por la vida de “salva-patrias” ecologista con el tema del gas y mucho menos de ecologista total, después de haber ordenado la matanza de unos animales salvajes, las cabras, que no le hacían daño a nadie, todo lo contrario, limpiaban de rastrojos nuestros bosques y riscos, en libertad.
Un animal, como la cabra, que ha sido el sustento de muchísimos grancanarios en no hace muchos años. Tu mismo, de pequeño tuviste que tomar “leche de cabra” para subsistir y como buen político, “muerdes la mano que te dio de comer”. Les pagas con un holocausto, al que solo le han faltado las cámaras de gas.
La prensa, se hace eco de que, desde la Audiencia de Cuentas, estamento creado por vosotros los políticos para aparentar que todo se hace legalmente y cuando hacen lo que tienen que hacer, ya no te va bien a ti ni a nadie. Lo mejor ha sido que al hacerlo público, ya es imposible pararlo.
La Fiscalía recibe una denuncia registrada el pasado 12 de marzo y pide al Ministerio Público la apertura de diligencias indagatorias “respecto a la posible comisión de los delitos de prevaricación, cohecho, tráfico de influencias y malversación de efectos públicos”, por el que “fuere alcalde” del consistorio de Agüimes.
Sí, a ti ANTONIO MORALES, que rápidamente saliste a los medios para amenazar con denuncias y querellas, que, pasados los días, no has dado ni lo uno, ni lo otro. Que raro, un político que parecía iba a cumplir con lo que decía y al final, ha cumplido lo que decía, pero al modo político, “CERRAR LA BOCA, PONERSE DE CANTO Y ESPERAR A QUE PASE LA OLA”.
Yo se personalmente, que mientras no exista separación de poderes entre la justicia y la política y mientras tenga “tu partido”, si, ese partido que no presenta las cuentas en el Tribunal de Cuentas, al ínclito PEDRO QUEVEDO, como pica huevos duros del gobierno de España, lo tiene fácil, “SE TAPA TODO Y ENTONCES LES DAIS EL VOTO PARA APROBAR LOS PRESUPUESTOS”. ¿A que no me equivoco?, tiempo al tiempo.
Le recuerdo, por si usted no se acuerda, que “USTED NO ES EL CABILDO DE GRAN CANARIA”, usted es simplemente, la persona a la que se le ha encargado dirigir el Cabildo durante cuatro años. Sillón que no se gano en las urnas, que se lo ganó en los despachos y a la vista de como va el camino, no creo que vuelva a sentarse en “su” trono.
Muchos políticos han acabado achicharrados en la parrilla del asadero jurídico, por sus “errores” y despreciados por corruptos, por las mismas personas que los defendieron a rabiar cuando estaban en la cresta de la ola. ANTONIO MORALES se merece un final así. Ya es inevitable que tenga problemas en los próximos años y debería moderar su actitud frente a quienes le señalan. La rabia nubla su capacidad, si la tiene, para reaccionar ante los problemas. Y el odio junto a su soberbia, es el reflejo de su incapacidad ante un tsunami judicial que crece cada día más.
Doramas
