La policía halla sangre en la ropa del sospechoso de matar a Antonio y Ana

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El Cuerpo Nacional Policía (CNP) encontró posibles restos de sangre en los registros realizados la semana pasada en la vivienda de Rogelio S. T. Se trata del antiguo apoderado del Santander que sigue detenido como sospechoso de asesinar al matrimonio de Guanarteme desaparecido en marzo de 2012. Hoy está previsto que el exempleado de banca vuelva a pasar a disposición del Juzgado de Instrucción número 7 de Las Palmas de Gran Canaria para tomarle declaración y adoptar una decisión sobre su situación personal.

El magistrado Javier García García-Sotoca interrogó a Rogelio S. T. el pasado domingo, pero decidió prorrogar su detención para practicar nuevas diligencias y tomarle declaración durante esta semana. Esto se iba a hacer en la mañana de ayer, pero no llegaron los análisis de ADN encargados al Instituto Nacional de Toxicología y Ciencias Forenses.

El juez ordenó a la Policía Judicial que remitiera a la sede tinerfeña del Instituto de Toxicología los restos biológicos hallados en la ropa de Rogelio S. T. Los agentes registraron la vivienda que tiene en Telde y realizaron varias pruebas con luminol, un reactivo químico que se usa para detectar restos de sangre.

Los investigadores tienen el perfil genético de Antonio Quesada y de Ana María Artiles. Los huesos del matrimonio fueron hallados el pasado mes de agosto por una perra de cacería en el barranco Las Vacas. El Instituto de Medicina Legal de Las Palmas, tras las pruebas genéticas, confirmó que se trataba de la pareja desaparecida en el barrio de Guanarteme.

Las pesquisas tomaron un nuevo impulso gracias al hallazgo del matrimonio, aunque desde 2013 se centraban en Rogelio S. T. como principal sospechoso del doble crimen. De ahí que el juez, tras la detención del Grupo de Homicidios y del registro domiciliario, halla ordenado cotejar los supuestos restos de sangre encontrados en la ropa del detenido con los perfiles genéticos de Antonio y de Ana María.

El Instituto Nacional de Toxicología y Ciencias Forenses tiene, además, un extenso banco de muestras genéticas relacionadas con hechos delictivos, razón por la que también se ha pedido la colaboración de este organismo y no del Instituto de Medicina Legal de Las Palmas, con la intención de cruzar datos y esclarecer lo sucedido en marzo de 2012.

Rogelio, por el momento, se mantiene firme en negar cualquier relación con el secuestro del matrimonio y su posterior asesinato. Admite que atendió a la pareja en la sucursal del Santander de la calle Fernando Guanarteme, pero rechaza que los volviera a ver por la tarde. La pista de Antonio y Ana María se perdió en una churrería de la calle Castillejos en la que se reunieron con una tercera persona.

El exapoderado de la sucursal bancaria, que lleva desde el viernes entre los calabozos de comisaría y la prisión, no se ha derrumbado en ningún momento. Es más. Asegura que esa fatídica tarde de marzo de 2012 estaba acompañado y puede demostrarlo.

El grupo de Homicidios, en cambio, está convencido de que Rogelio tiene relación con el doble asesinato. Un año después de la desaparición, en marzo de 2013, el Santander rescindió su contrato por diferentes irregularidades contables en gestión de los fondos de sus clientes. El matrimonio tenía en esa oficina 60.000 euros que el gestor pudo haber derivado a su patrimonio antes de destinarlo al fondo de inversiones acordado.

La Provincia-Dlp