Para sorpresa de todos los bañistas que disfrutaban ayer por la mañana de un chapuzón en las aguas de la playa de Melenara apareció nadando apacible un cisne negro cerca de la figura de El Neptuno. El animal nadaba tranquilo y deambuló por la marea alta de un lado a otro, evitando tropezar con los curiosos que se acercaban a observarle con detenimiento. Ante la duda de la procedencia y de la forma en la que el animal llegó a las aguas de esta playa, y a pesar de que un hombre de la zona admitía que ese «pato» era de su pertenencia, algunos bañistas, por miedo a que el animal sufriera daños, decidieron llamar al servicio de Medioambiente del Cabildo de Gran Canaria.
Ante las evasivas del organismo, que mantenía la postura de que el animal no podía ser retirado del agua, sino que debía esperarse a la llegada del cisne a la orilla, una pareja decidió meterse en el mar para sacarlo. Finalmente, una vez en tierra, los operarios de Medio Ambiente procedieron a trasladar el cisne negro al Centro de Recuperación de Aves en Tafira.