miércoles, 24 abril, 2024

desde 1990

«También quiero una república, pero canaria»

Comparte esto:

Se perfectamente la diferencia entre República y Monarquía.Entiendo perfectamente el carácter más democrático de la primera forma de gobierno y el déficit de base de la que ya parte la segunda, por muy revestida de modernidad y parlamentarismo con que la adornen.Tengo estudios y muchas horas de lectura como para saber qué significó la Segunda República en España, la dictadura posterior y lo atado y bien atado que ésta dejó al régimen del 78.

Sé que una nueva República en España acabaría con una estructura caduca y residual de Jefatura del Estado que hoy por hoy es sólo una pantalla de contención para tranquilizar a las élites y que tengan claro que el verdadero poder sigue en las mismas manos. Pero dicho todo esto y pudiendo argumentar otras que quienes hoy celebran la efeméride republicana y aspiran a otra, también quería decir que PARA CANARIAS está también demostrado que con una y otra forma de gobierno el HECHO COLONIAL ha perdurado.Que en eso de los derechos de autodeterminación Repúblicas como la francesa han sido si cabe tan o más colonialistas o que, entre quiénes se han declarado y declaran republicanos españoles los han habido tan enemigos del anticolonialismo canario como el mismísimo franquismo.

El nuevo republicanismo español tendría que aclarar si es tan democrático como para aceptar el carácter colonial de Canarias y por tanto su no consideración como una autonomía o nación dentro de ese nuevo país que reivindica, porque si no, estaría repitiendo para Canarias un más de lo mismo, un punto y seguido de otras formas de gobierno viejas y nuevas que dan a este archipiélago el mismo trato que a territorios que son continentales. Si realmente una República rompe con las élites y los status Quo económicos de base antidemicratica, el satus de colonia para Canarias también debe desaparecer. Otra cosa sería lo que la bandera, que siendo españolas las dos, se cambia sólo un color y la corona y me imagino que, esta vez sí, aspiraràn a más.

José Carlos Martín Puig, sociólogo

También quiero una república, pero canaria

Comparte esto:

Se perfectamente la diferencia entre República y Monarquía.Entiendo perfectamente el carácter más democrático de la primera forma de gobierno y el déficit de base de la que ya parte la segunda, por muy revestida de modernidad y parlamentarismo con que la adornen.Tengo estudios y muchas horas de lectura como para saber qué significó la Segunda República en España, la dictadura posterior y lo atado y bien atado que ésta dejó al régimen del 78.

Sé que una nueva República en España acabaría con una estructura caduca y residual de Jefatura del Estado que hoy por hoy es sólo una pantalla de contención para tranquilizar a las élites y que tengan claro que el verdadero poder sigue en las mismas manos. Pero dicho todo esto y pudiendo argumentar otras que quienes hoy celebran la efeméride republicana y aspiran a otra, también quería decir que PARA CANARIAS está también demostrado que con una y otra forma de gobierno el HECHO COLONIAL ha perdurado.Que en eso de los derechos de autodeterminación Repúblicas como la francesa han sido si cabe tan o más colonialistas o que, entre quiénes se han declarado y declaran republicanos españoles los han habido tan enemigos del anticolonialismo canario como el mismísimo franquismo.

El nuevo republicanismo español tendría que aclarar si es tan democrático como para aceptar el carácter colonial de Canarias y por tanto su no consideración como una autonomía o nación dentro de ese nuevo país que reivindica, porque si no, estaría repitiendo para Canarias un más de lo mismo, un punto y seguido de otras formas de gobierno viejas y nuevas que dan a este archipiélago el mismo trato que a territorios que son continentales. Si realmente una República rompe con las élites y los status Quo económicos de base antidemicratica, el satus de colonia para Canarias también debe desaparecer. Otra cosa sería lo que la bandera, que siendo españolas las dos, se cambia sólo un color y la corona y me imagino que, esta vez sí, aspiraràn a más.

José Carlos Martín Puig, sociólogo

¡Joder con las palabras!, PALABRAS, palabras, PA-LA-BRASSss

Comparte esto:

Qué extraño, hay muchas y qué cortas se quedan a veces. “No tengo palabras, ni falta que hacen”, decimos, cuando en realidad, tenemos miles, que se pueden combinar de forma infinita y con resultados, tan variopintos como Los Episodios Nacionales (D. Benito Pérez Galdós-Gran Canaria), las pintadas callejeras, o esos whatsapps, llenos de faltas de ortografía, que pululan por la red de redes, osea, por eso de la internet.

P-A-L-A-B-R-A-Sss. Las palabras, hacen posible un tipo de comunicación muy valioso, fundamental, para transmitir ideas complejas. Las palabras pueden ser liberadoras. Un “te voy a reventar”, o un “te quieres ir a la mierda”, pueden aliviar, una presión contenida, durante mucho tiempo.

Pero las palabras también limitan. Por ejemplo: «…veo arder una casa» y por una décima de segundo, soy capaz de disfrutarlo, de conmoverme con su belleza. Pero mi mente, enseguida encuentra una palabra, para definir eso que veo, dice “PRECIOSO” y nada más ponerle nombre, de forma inmediata, parece, que ya no me interesa recrearme en el espectáculo, de las llamas saliendo por las ventanas y tengo, que pasar a ocupar mi pensamiento, con otra cosa.

Mi mente, cerebro, o queráis llamarle, se comporta como un sabueso, como si cualquier situación fuera un misterio que resolver, como, si gozar de un incendio, se tratara de un problema matemático y la palabra “PRECIOSO”, fuera el resultado correcto. Y, en cuanto encuentra la palabra precisa, mi cerebro se aburre, porque… ¿Qué sentido tiene, quedarse a observar una operación matemática, realizada con éxito? ¡Ninguno! Lo que quiere mi cabeza, es resolver otro problema. Y si no hay ningún problema, crearlo para mí.

Así, que mientras mis ojos, siguen mirando el incendio, mi mente, salta de un sitio a otro, negándose la atención a aquello, que ya ha podido definir y tratando, de involucrarme en otros dilemas, reales, o ficticios, a los que encontrar solución.

Y ahí estoy, en medio de un paisaje PRECIOSO, intentando encajar las piezas de otro puzzle mental. Pensando en, por qué tal persona no me contestó a un correo, o en la conversación pendiente, con mi vecino  «el churrero», sobre los ladridos de sus perros, arrastrado por mi pensamiento, hacia algún conflicto, pasado, o futuro e incapaz, de disfrutar de aquello, a lo que ya, he puesto nombre.

Y todo, por culpa de las PALABRASSss. A veces, uso las palabras, para alabarme. Lo hago, incluso, en voz alta. Me digo “eres bueno, jodido”, con una frecuencia, que roza lo patológico.

Pienso en las veces, que alguien me ha insultado y me tranquiliza saber que, sea cual sea la palabra que hayan utilizado, yo ya me la he dicho a mí mismo antes y la he mejorado, por supuesto.

También uso las palabras, para insultar a otros. Como ya sabes: imbécil, cerdo de mierda, gilipollas, capullo… Es curioso, cuánto puede ofender una simple palabra, incluso, si quien la lanza, es un desconocido, cuya opinión me debería importar una mierda, si consigue conectar con mi sentimiento íntimo de superioridad, si entra en consonancia, con el “no eres lo bastante bueno”, que habita en los conductores de la Derbi 50 cc.

Las palabras, se intoxican y se llenan de significados, tan diferentes al que tenían en su origen, que resulta muy difícil entenderse bien, cuándo usamos grandes palabras de forma bastarda.

Tengo, palabras favoritas, cosas de la que tu careces: OJALÁ, QUIZÁ y por encima de todas, COÑO. OJALÁ me gusta, porque implica deseo y duda. QUIZÁ, porque habla de la posibilidad. Y COÑO porque es una palabra tan grande, que contiene a todas las demás: deseo, duda, posibilidad, vida, niña, pene, oscuridad, mujer, misterio, sexo, alimento, mundo, cuadro, hombre, agujero, universo, madre, negro, origen, tabú, trivial… ¿Trivial? Bueno, a lo mejor COÑO no contiene a todas las palabras, pero sí a las más importantes.

Les recuerdo, que según la ACADEMIA CANARIA DE LA LENGUA, aunque les parezca una chorrada, existe y nos cuesta una pasta, ha dejado claro, la diferencia existente entre el ¡¡COÑO!! canario y el ¡¡COÑO!!, peninsular.

Dejo aquí estas palabras. Ahora se quedan huérfanas, solas, un poco a la deriva, a la expectativa, de lo que quienes las lean, proyecten sobre ellas. Quizá resuenen en alguien. Ojalá.

Y si no… ¡Qué COÑO! Yo las dejo ahí, al que le guste, bien y al que no le guste, que se la machaque un tren, pero un: «COÑOOO, PEDAZO DE TREN».

Doramas

Ramos: “La reapertura del Juan Carlos Hernández empezó a ser realidad el día que asumí Vías y Obras”

Comparte esto:

El secretario general del PSOE de Telde, Alejandro Ramos, ha agradecido a los vecinos y vecinas de Jinámar la confianza depositada en el ex concejal de Vías y Obras, quien, cuando ocupó el citado cargo municipal, se comprometió a reabrir el pabellón Juan Carlos Hernández. Una vez en el gobierno, Alejandro Ramos impulsó dicho proceso de reapertura con un proyecto cuyo presupuesto ascendía a 450.000 euros, que posteriormente fue incrementando nuevamente hasta los 600.000 euros.

El líder socialista reiteró durante una visita al pabellón su convicción de que dicha instalación “nunca pase a manos privadas”, y alertó del peligro de que “una nueva forma de desidia de quienes no tienen una visión política a corto y medio plazo de lo que debe ser una instalación deportiva como esta”, eche por tierra las ilusiones depositadas en ella por la ciudadanía de Jinámar durante más de una década. Por ello, instó al gobierno a que el Juan Carlos Hernández “no se deje morir” y ofrezca “al día siguiente de su reapertura” los servicios que demanda el pueblo de Jinámar.

En este sentido, Ramos avisó que las prisas del ejecutivo de Carmen Hernández por reabrir el pabellón, prevista para el martes 18 de abril, “son malas consejeras”, ya que, entre otras cosas, “no hay un plan desarrollado para los trabajadores de la concejalía de deportes, ni horarios establecidos para el turno de tarde”. Por ello, Alejandro Ramos, natural de Jinámar, censuró que el día después de su reapertura, “no se podrá disfrutar del pabellón, porque la instalación no está habilitada aún, que es lo que demandaban los vecinos y vecinas”.

Igualmente, confesó que uno de los motivos que le condujeron a entrar en política, fue la reapertura del pabellón Juan Carlos Hernández. Este deseo fue uno de sus principales objetivos durante su etapa como concejal de Vías y Obras. En ese momento, y tras contar con el entusiasta apoyo de los técnicos municipales, Ramos fijó un presupuesto inicial de 450.000 euros para la obra, que posteriormente fue aumentado hasta los 600.000 euros. “Tras más de diez años cerrada, en la que se frustraron los sueños de muchos vecinos de Jinámar, decidí impulsar este proyecto”, explicó. “En el Ayuntamiento de Telde no existía ninguna iniciativa de esta naturaleza, algo que cambió en cuanto asumí la concejalía de Vías y Obras”.

Localizado un vertido ilegal de aguas industriales sin tratar en Telde

Comparte esto:

Agentes del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona), de la Comandancia de la Guardia Civil de Las Palmas han denunciado administrativamente un vertido ilegal de aguas realizado a través de la red pluvial del Parque Comercial La Mareta del municipio grancanario de Telde.

La Benemérita indica en un comunicado que la denuncia, interpuesta el pasado 6 de abril, es el resultado de una investigación que se inició después de que un ciudadano alertara de la situación a la patrulla del Seprona en San Mateo.

Dicha persona advirtió de existencia, desde hacía mucho tiempo, de un posible vertido de aguas residuales sobre un barranquillo situado en las inmediaciones de un complejo comercial de Telde, “produciendo olores desagradables en las proximidades”.

Los agentes localizaron el punto del inicio del vertido, donde comprobaron que la salida de las aguas a la superficie se realizaba a través de la red de aguas pluviales del referido Centro Comercial.

Posteriormente, inspeccionaron las correspondientes arquetas de registros de la red de pluviales de la zona, comprobando cómo las aguas discurrían de forma continua, por lo que todos los indicios señalaban a que podía tratarse de aguas residuales.

Origen del vertido

La Guardia Civil realizó las pesquisas oportunas en coordinación con el personal del Servicio de Saneamiento del Ayuntamiento de Telde, para detectar el origen del vertido que afectaba a la calidad del agua superficial o subterránea. Para ello contaron con la colaboración del personal de la empresa de Aguas de Telde, que tiene encomendado el mantenimiento y la gestión del alcantarillado.

Una vez localizada arqueta de registro de la acometida de las aguas pluviales  y auxiliados con una cámara de inspección, pudieron verificar como discurría el agua con el trazador por dicha red, comprobando cómo desde el interior del edificio se conectaban dos tuberías de desagües a la acometida de la que manan de manera indistinta, encontrándose adheridos en todo el tramo de la tubería de aguas pluviales gran cantidad de resto de grasas y otros residuos.

Una vez localizados los establecimientos que daban inicio al origen de las tuberías, los agentes realizaron las correspondientes comprobaciones consistentes en la utilización de un trazador colorante vertido desde el fregadero apoyados con la cámara de inspección. Cuando verificaron el curso del agua con el colorante, comprobaron que existía conexión de las aguas residuales industriales a la red de pluviales, lo que derivaba en que el vertido sin control terminara en el barranquillo.

Hasta 6.000 euros

Por todo ello, el Seprona formalizó dos infracciones administrativas al responsable del negocio de restauración inmueble por supuestas infracciones administrativas al Reglamento Regulador del uso y vertidos a la red de alcantarillado de Telde y a la Ley 12/1990, de 26 de julio, de Aguas.

Éstas fueron remitidas al Ayuntamiento de Telde y al Consejo Insular de Aguas del Cabildo de Gran Canaria respectivamente, al considerar que pudiera existir una conexión no autorizada a la red separativa de pluviales y un vertido que pueda deteriorar la calidad del agua superficial o subterránea o a las condiciones de desagüe del cauce receptor sin la correspondiente autorización.

Conforme a la normativa vigente sancionadora en materia de aguas, la infracción podría oscilar entre los 600 euros y los 6000 euros.

Eldiario.es